El impactante aspecto del Dogo de Burdeos, que también se conoce como Mastín de Burdeos, Bulldog de Burdeos o Mastín Francés, salta a primera vista. Sin embargo, su mirada te lo dice todo, pues ese enorme cuerpo esconde dentro un perro bonachón, fiel y tranquilo, lo que le convierte en la mascota ideal para gran cantidad de tipos de familia.
Se trata de un molosoide de cuya adopción no te arrepentirás, siempre que te hayas informado previamente de todos los pros y los contras de tener un perro gigante en casa y estés dispuesto a asumirlos.
Dogo de Burdeos: Todo lo que deberías saber sobre el
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El dogue de Bordeaux, en francés, es apacible y sensato, muy devoto de su dueño, potente, firme y decidido, cualidades que le permiten ser un gran perro de guardia.
A este animal le encantará integrarse en el clan familiar y desempeñar trabajos en casa, ya que es importante que le mantengas ocupado, pues debido a su inteligencia necesita constante entretenimiento.
Origen
Perteneciente al grupo de los molosos, el Dogo de Burdeos proviene probablemente de unos antiguos perros que eran llamados por ese mismo nombre, utilizados para labores de guarda y domésticas, allá por el año 700 a. C.
Sin embargo, sus orígenes no dejan de ser polémicos pues hay quien apunta a que estos colosales canes descienden directamente de unos perros españoles que se conocían como Alanos y que se piensa que llegaron a nuestro país de la mano de una tribu oriental. La principal razón para sostener esta teoría se basa en que ambas razas cuentan con ciertas características particulares comunes.
Aunque no nos sea posible precisar a ciencia cierta sus orígenes, lo que sí podemos afirmar es que en siglos más cercanos, el Bulldog Inglés, el Dogo Alemán y el Mastiff han sido los perros que han contribuido a la formación de la raza como hoy la conocemos, es decir, un can mucho más potente y fuerte, si bien menos veloz y ágil.
A los Dogos de Burdeos se les comienza a denominar así a finales del siglo XV y, bastante más adelante, en el siglo XIX, eran varios los perros que exhibían características parecidas, los cuales generalmente eran utilizados para la caza de piezas grandes, como el jabalí o el toro.
Dada esta similitud, los entendidos en la materia se dedicaron a la agrupación de perros con características comunes, hoy definidos como molosos, incluyendo a los mencionados Dogos.
Los combates en arena eran otros de los crueles cometidos de estos majestuosos canes. Una vez que las grandes cacerías disminuyeron y se acabaron aquellos deplorables eventos, el futuro de este animal comenzó a estar presidido por la incertidumbre, pues su popularidad comenzó a decaer, quedando relegado a la custodia de propiedades.
Así podemos afirmar que el Mastín de Burdeos nació como una raza única con ciertas especificaciones como el color, el tipo de pelaje o las distintas mordidas. Como quiera que el ansia de los criadores se centraba en lograr una raza que se amoldara a los requisitos exigidos para un gran perro de guarda, no pararon hasta dar con la raza que nos ocupa.
Este perro, perteneciente a una de las más antiguas razas francesas, se menciona por primera vez en 1863, adoptando el nombre de Burdeos, la ciudad en la que comenzó a criarse.
La raza se hizo muy popular dado el éxito de la comedia familiar “Socios y sabuesos”, en la que un Dogo de Burdeos de nombre Beasley interpretó a Hooch, testigo único de un homicidio que es investigado por Scott Turner, detective privado, encarnado a su vez por el actor Tom Hanks.
Características y rasgos físicos
Con una altura a la cruz de 60 a 68 centímetros y un peso que ronda ente los 54 y los 65 kilos, su sola presencia atemoriza a la mayoría…
Temperamento
Este perro equilibrado y tranquilo va a mostrar gran apego a su amo y al resto de los miembros de su familia humana, derrochando con ellos cariño. Por el contrario, con los extraños va a mostrarse reservado, o neutro si ve que su amo los reconoce.
Ni que decir tiene que este can de impresionantes proporciones ha sabido dejar atrás su pasado belicoso, desarrollando en líneas generales un carácter tranquilo, agradable, bondadoso y afectuoso, pues la agresividad no le sale porque sí.
Como el resto de los perros molosos, está dotado de bastante sangre fría, lo que sugiere que, a priori, no es fácil sacarle de quicio. Se trata de un animal con gran confianza en sí mismo que no buscará peleas con otros congéneres, ya que no necesita demostrarles nada. Otra cosa es que se vea retado, pues la cobardía es un concepto que no conoce.
A pesar de su docilidad, los machos tienden a ser más dominantes que las hembras, lo que sí puede llevarles a iniciar alguna pelea puntual en pos de establecer el dominio, por lo que habría que echarles un vistazo cuando se relacionan con otros perros desconocidos.
Trabajador incansable, todas las tareas le saben a poco, al ser muy voluntarioso. Por señalar alguno de sus defectos, en ocasiones saca a relucir un lado algo tozudo y arrogante, lo que no es óbice para que se adiestre con facilidad.
Es más, nos gustaría incidir en la extrema importancia de adiestrar adecuadamente a un animal con tal fuerza y potencia, jugando en ello un papel determinante la temprana socialización. Piensa que un perro así en ningún caso puede “maleducarse” ni permitir que no obedezca las órdenes de su dueño, pues esto sería muy peligroso en el caso de que se descontrolara.
Socializar a un cachorro implica entender que los canes son animales sociales, que tienen su propia jerarquía y que, de inicio, aprenden de sus iguales, es decir, de su madre y hermanos, todo lo relativo a la forma en la que han de comportarse, relacionarse y jugar.
Al separarle de los suyos, inevitablemente vas a privarle de la posibilidad de recibir su educación básica, debiendo asumir tú el compromiso de su socialización, para que no presente problemas de comportamiento en el futuro.
El Dogo de Burdeos, no está incluido en el listado de Perros Potencialmente Peligrosos del Estado español, es decir en el Real Decreto del 287/2002, pero sí en la legislación gallega, por ejemplo, por lo que antes de adoptar un perro sobre el que tengas esta duda, deberías mirar su consideración en el lugar en el que resides, por la posibilidad de tener que acatar la normativa vigente.
Relación con otras mascotas
El Dogo de Burdeos suele encajar bastante bien con los perros pequeños. Si quieres que también conviva con otras mascotas y con perros grandes, cuanto antes los acostumbres a vivir juntos mucho mejor. Casi todos los perros que son reactivos con el resto tienen tras ellos una socialización mala y fallida.
Relación con los niños
Este perro, que muchos califican de encantador, es muy cálido y bueno con los niños, dado que a él le fascina estar con la gente, por lo que disfruta con una familia con muchos miembros y también porque es muy paciente y tolerante con esos “locos bajitos”. ¡Incluso le encanta disfrazarse con ellos!
De hecho, no suele irritarse con sus típicas travesuras del estilo de que le tiren de las orejas o de la cola. Esto no significa que su bondad con los más pequeños de la casa les otorgue derecho a estos últimos para faltarte al respeto a este grandullón, estando en manos de unos padres responsables el establecimiento de límites por las dos partes.
Cuidados básicos
Un Dogo de Burdeos vive una media de 8 a 10 años, incluso más con una óptima atención, lo que supone un compromiso lo suficientemente serio y duradero para que no obedezca a un impulso.
Alimentación
Sobrealimentar a un perro grande puede traer consecuencias adversas para su salud, dado que lo hará proclive al desarrollo de determinadas enfermedades. En concreto, el Dogo de Burdeos es débil a nivel articular, lo que se vería acentuado por un excesivo peso. Por ello, debes ceñirte a las raciones que el veterinario te indique y no procurarle en absoluto la libre disposición de alimento.
No escatimes en la elección de un buen pienso seco que le sirva a tu querido amigo para tener cubiertas todas sus necesidades a nivel de nutrición, pues tanto el exceso como la deficiencia de calorías y nutrientes podrían afectar especialmente a su salud, al punto de que se ha llegado a relacionar la cardiomiopatía, con bajas concentraciones de carnitina o taurina en sangre.
Higiene
Toda mascota tiene derecho a que la mantengas en unas condiciones de higiene óptimas, que redunden positivamente en su salud y en su aspecto. Al mismo tiempo, te estarás haciendo un favor a ti mismo y al resto de tu familia, pues es fundamental que un animal esté limpio para poder convivir con él.
En el caso del Mastín de Burdeos, presta especial atención a limpiar meticulosamente todas sus arrugas y más aún las de su cara, que son propensas a llenarse de restos de comida, suciedad y baba, ¿O quizás ignores que este perro babea? Pues sí lo hace, por lo que aquí tienes un factor que igual te hace decantarte por la adopción de un can de otra raza, si eres una persona escrupulosa.
Higiene dental
La higiene bucal de tu perro será uno de los principales puntales sobre los que se construya su buen estado de salud. Un can sano va a contar siempre con una boca limpia, libre de sarro, sustancia que tiende a depositarse en la superficie de los dientes, desembocando en halitosis, enfermedad periodontal y hasta en dolencias mucho más graves que afectan a distintos órganos vitales del cuerpo del animal como el corazón, el hígado y los riñones.
Por esta razón, aunque a tu mascota no le guste y se resista, tienes que acostumbrarla desde su más tierna edad al regular cepillado dental con productos específicos para su raza, tamaño y gusto, lo que te facilitará sobremanera la tarea.
Baño y secado
Báñalo cuando verdaderamente comiences a notar que está sucio o cuando huela de un modo desagradable, pero no repitas este hábito con demasiada frecuencia, pues podrías acabar dañando la capa de protección natural con la que cuenta su piel. Elige entre hacerlo directamente en casa o llevarlo a un centro de estética canina donde cuentan con más medios, pues el secado casero de un perro de este tamaño es cuestión de mucha paciencia.
Cepillado
Este can apenas pierde pelo por lo que va a bastar con que ocasionalmente le cepilles. Un manto bien cepillado va a lucir su mejor aspecto y además va a estar libre de partículas de suciedad, por lo que va a oler mejor. Ayúdate de un mitón de goma y aprovecha los ratitos de acicalamiento para relajarte con tu perro, estrechando vuestro vínculo emocional.
Vacunas y tratamientos antiparasitarios
Seguir a rajatabla el calendario de vacunaciones que para tu perro establezca su veterinario, será también imprescindible para reforzar su sistema inmunitario, haciéndole fuerte frente a los microorganismos que pueden comprometer gravemente su salud.
Los parásitos, tanto externos como internos, son también una peligrosa amenaza para todos los perros, por cuanto anidan en ellos, pudiendo ser la causa de que desarrollen ciertas dolencias. La solución está en colocarles una pipeta o collar antiparasitario.
Enfermedades más comunes
El Dogo de Burdeos, aunque es un perro sano, tiene como cualquier otro can una especial predisposición a sufrir determinadas patologías, que en su caso se manifiestan en displasia de cadera, problemas dermatológicos, problemas cardíacos, torsión gástrica, sensibilidad a la anestesia, problemas en sus tendones y ligamentos y el denominado “pano” (panosteítis eosinofílica).
Acude con tu buen amigo a que le chequeen en la consulta veterinaria cada 6 meses o, al menos, una vez al año, pues la mayoría de las enfermedades tienen una solución más sencilla si son detectadas precozmente.
Adiestramiento
El Dogo de Burdeos está ávido de aprender cosas, por lo que va a responder estupendamente al adiestramiento y, como casi todos los perros, mucho mejor al que se asocia al refuerzo positivo. Su lealtad y docilidad también van a jugar a tu favor en este sentido.
No olvides que detrás de ese monumental físico se esconde un ser extremadamente sensible que sufriría mucho con tus gritos y castigos, hábitos a todas luces negativos. Además, con ellos solo vas a lograr crear un animal miedoso que desarrolle una conducta impropia de un perro, que pueda desembocar en agresividad.
Hazle feliz premiándole cuando actúe como tú quieres, para lo que podrás establecer un sistema de recompensas que incluya las golosinas pero que no se base exclusivamente en ellas, proporcionándole variados refuerzos como mimos, caricias y halagos, siempre que se los haya ganado.
Si eres su dueño y decides adiestrarlo directamente, sin la ayuda de ningún profesional, vas a contar con la baza de que este animal vive para complacerte, por lo que pondrá todo su empeño en hacer las cosas bien. Con una guía adecuada, los resultados serán rápidos y sorprendentes, para satisfacción tuya y de tu noble amigo.
Es crucial que te muestres seguro, inflexible y constante en todas las órdenes que le des para que te asocie con el líder alfa de la manada y reconozca en ti a ese dueño fuerte y coherente que merezca ostentar ese título. Por el contrario, si detectara en tu comportamiento signos de debilidad, tendería a asumir él tal rol y el conflicto de intereses estaría servido.
Desde el principio deberás establecer unas normas claras que le ayuden a convertirse en el animal equilibrado que tú deseas. Para ello, una vez le des una orden, no cedas ni una sola vez, pues tal comportamiento iría claramente en tu contra.
Recuerda que solo si tienes asegurado su respeto vas a poder hacerte con el animal en caso de un eventual descontrol, a lo que también hay que sumar que una adopción responsable de este perro comprende el considerar si, llegado el caso, tu corpulencia física te permitiría hacerte con tu Dogo.
También tienes que tener en cuenta otros factores como que un perro gigante supone un importante desembolso económico para su propietario (sacos de pienso, cama amplia, grandes snacks para su higiene dental, etc.), si dispones de una casa con jardín para que el animal pueda expandirse a sus anchas y si tendrás tiempo suficiente para dedicarle.
La necesidad de compañía de este perro es evidente, por lo que ya hemos dicho que ninguna familia le parece lo suficientemente grande. Ten por seguro que si vives tú solo y tienes que trabajar muchas horas, llegando a casa con ganas de descansar y desconectar, este perro no está hecho para ti.
Él requiere que estés dispuesto a prestarle atención, que llegues con intención de jugar y que le saques a pasear 3 veces al día, para cubrir su moderada necesidad de energía. Anímale también a que juegue y corretee pero no a que salte, ya que su tendencia a la displasia no aconseja este tipo de ejercicio.
Desde cachorro tendrás que comenzar a trabajar su educación, enseñándole que ha de orinar en la calle, que solo puede morder sus juguetes y no todo aquello que esté a su alcance en la casa, así como las órdenes básicas de obediencia.
Un hecho que te va a venir fenomenal a la hora de educar a este perro es que normalmente recuerda sin dificultad todo lo aprendido, por lo que no va a olvidar lo que le enseñes. No obvies el que es un perro inteligente que va a precisar que le estimules con juegos mentales y otras actividades que propicien su estabilidad emocional.
Por último, sería interesante que contarás con un “colchón económico” por si tu gigante amigo, en cualquiera de las etapas de su vida, comienza a experimentar cualquier tipo de trastorno del comportamiento que dificulte la relación diaria.
Tienes que conocer que hay distintos profesionales que pueden ayudarte a que tu Dogo de Burdeos vuelva a ser el que era, o bien también en el caso de que desde el principio compruebes que tu modo de adiestrarlo no está surtiendo los resultados esperados. En definitiva, si ves que algo no va bien en su actitud acude a un adiestrador, a un educador canino o a un etólogo.