Bobtail: Salud, Higiene, Alimentación, Adiestramiento y más

Al Bobtail también se le conoce como el “Viejo Pastor Inglés” o el “Antiguo Perro de Pastor Inglés”, una especie de peluche gigante en el que habita un excelente pastor que además hará todo lo posible por cuidar de su familia.

Un auténtico lanoso que se sentirá enormemente feliz si le permites que te devuelva parte del tiempo que hayas empleado en él. Este can conserva sus instintos como perro boyero del pastor de manera que te encantará la forma en la que pretende agrupar a los niños cuando se encuentran dispersos por el jardín.

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Todo lo que deberías saber sobre el Bobtail

El antiguo perro de pastor inglés es una raza que enamora a todos aquellos que han tenido la suerte de compartir su vida con uno de sus ejemplares. La mayoría de estas personas lo definen como “un perro muy humano” en la medida que con ellos se forma un perfecto binomio de confianza, compenetración y cariño.

En Inglaterra son conocidos como “nanny-dog” por la paciencia y el afecto que derrochan con los niños, actitud que permite a los padres realizar sus labores tranquilamente, mientras este gran can se encarga de jugar con los más chiquitines de la casa.

Origen

Fuera de las islas británicas, su lugar de origen, fue donde recibió el nombre de “Viejo Pastor Inglés”. Allí, los pastores lo apreciaban enormemente por su extraordinaria capacidad para dirigir el ganando, dado que el bobtail se obtuvo a partir de las más apreciadas razas ganaderas de Gran Bretaña.

Pese a tener claro este dato, no podemos determinar con certeza cuáles fueron las razas que originaron este perro, si bien se cree que entre sus ancestros se encuentran el pastor de Brie, los collies barbudos (bearded collies) y la antigua raza Ovtcharka, procedente de Rusia.

Sí se sabe a ciencia cierta que la raza se creó en el oeste de Inglaterra, a lo largo del siglo XIX, por una serie de pastores que anhelaban conseguir una raza de perro pastor que fuera resistente y ágil. Estos perros cumplirían el cometido de llevar los rebaños así como al ganado vacuno, de los campos a los mercados. El bobtail se presentó por primera vez en una exposición en 1880, tras lo cual, la raza fue reconocida en el Kennel Club.

Su nombre se traduce como “rabón”, lo que muchos creen que es una particularidad genética que se ha fomentado premeditadamente para que los depredadores de ovejas no tuvieran la opción de agarrarle por la cola durante las refriegas.

Otra teoría es la que sostiene que al antiguo perro de pastor inglés se le comenzó a cortar la cola para que sus propietarios no tuviesen que pagar impuestos, ya que, por mentira que parezca, en aquella época los perros que se usaban como mascotas y que eran los que lucían largas colas, se consideraban un lujo por el que se debía pagar un impuesto específico.

A día de hoy, ya se ha adoptado como una característica estándar de la raza, por lo que para su cría se utilizaron las líneas de cachorros desprovistos de cola.

Características y rasgos físicos

Este perro, que en las últimas décadas ha llegado a convertirse en uno de los canes predilectos en los círculos de competencia debido a su tamaño y porte, cuenta con una altura a la cruz de 55 a 70 centímetros y un peso que oscila entre los 32 y los 45 kilos…

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Su cabeza es grande y cuadrada. Sus orejas, que mantiene caídas, están cubiertas de pelo y cuelgan a los lados de la cabeza. Su stop o depresión naso-frontal está bien definido. Su cara cuenta con una expresión bonachona y dulce que recuerda mucho a la de ciertos perritos pequeños y falderos, como el yorkshire o el maltés, si bien el bobtail sería un hermano mucho mayor de estos canes diminutos.

Sus ojos se encuentran bien separados entre sí, pudiendo ser marrones o celestes. Incluso algunos ejemplares muestran heterocromía, es decir, un ojo marrón y otro celeste. El pelo largo a menudo le tapa los ojos. Su hocico es cuadrado, truncado y fuerte. Su nariz es grande y negra. Sus dientes son fuertes y grandes. Su mordida es “en forma de tijera”.

Su cuerpo, cuya fuerte musculatura queda disipada bajo el abundante manto, cuenta con un rasgo físico poco usual, pues su altura a la cruz resulta más baja que el nivel del lomo. Sus patas son largas aunque también quedan escondidas tras su pelaje.

Ciertos cachorros nacen sin cola y a los que nacen con cola se les corta por completo. Ya hemos advertido que en Inglaterra los perros de trabajo (sin cola) no pagaban impuestos, por lo que la costumbre ha terminado quedando como una característica de esta bonita raza.

Color y pelaje

Quienes ven a un bobtail por primera vez caen rendidos a la belleza de este perfecto lanudo. Su impresionante manto de pelo es muy espeso y abundante, aparte de algo áspero. Es tanta su cantidad de pelo que llega a engañar a quien lo contempla.

El pelo no se encuentra pegado al cuerpo ni cae por su propio peso, como sucede en el caso del galgo afgano, sino que cae algo separado del cuerpo o se mantiene como parado, lo que da un aspecto al bobtail de perro regordete y grandote.

Por esta razón los que no le conocen piensan que pueda tratarse de un animal lento y pesado. Nada más lejos de la realidad. Recuerda que estás ante un auténtico perro de trabajo, ágil y musculoso, que con sus andares le dará a su pelo el peculiar movimiento del que hace gala esta raza.

Su pelo, largo y normalmente ondulado, es bicolor. Los colores estándar son el gris y el blanco, siendo algo más mate que el pelo de otros perros que también lo llevan largo y, sin embargo, son más lustrosos.

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Temperamento

Inteligente y vital. Así es el bobtail, un tradicional perro de trabajo al que le encanta sentirse un miembro más de la familia, mostrando gran interés en participar en todas las actividades que se desarrollen en su hogar de adopción.

De este perro te conmoverán sus actuaciones cotidianas, como el que camine al lado de la madre de familia cuando lleva a los niños de paseo o el que se apunte el primero a pasar un fantástico día en el campo, al aire libre.

Si te estás preguntando si eres el dueño ideal para un ejemplar de viejo pastor inglés tienes que tener claras dos cosas: necesitarás disponer de tiempo para dedicarle y habrás de estar dispuesto a acompañarle en sus sesiones diarias de ejercicio.

Piensa que el bobtail recorría largos caminos desde los campos hasta los mercados dirigiendo el rebaño, por lo que no es un perro faldero al que le sea suficiente con tumbarse a los pies de su dueño tras dar un corto paseo.

Estás ante un perro que necesita dar dos o tres paseos a lo largo del día y que además precisará de un rato de juego, si puede ser con una pelota, mejor. Eso sí, su tamaño sugiere que escojas una pelota grande, pues con una pequeña podría quedarse atorado y las consecuencias podrían llegar a ser nefastas.

También va a sentirse muy dichoso con cualquier juego que consista en ir por un objeto y traérselo a su dueño. Estos juguetes tampoco deben ser demasiado blandos, pues su fuerte mandíbula los destrozaría rápidamente y podría tragárselos.

En definitiva, tu antiguo perro de pastor inglés ha de ser estimulado física e intelectualmente para convertirse en el perro equilibrado que deseas. Haz que juegue y se mueva todo lo que puedas, pues si no fuera así, podría convertirse en un perro holgazán y hasta triste.

Un bobtail no está hecho para pasar demasiado tiempo encerrado en casa. Cuando no puedas sacarle, al menos hazle partícipe de todas las actividades de la casa en las que pueda tener una mínima intervención, ya que si se siente apartado, la frustración no tardará en hacer mella en su carácter.

Alíate con tu viejo pastor inglés ya que el cariño y la compenetración entre este perro y su dueño son legendarios. No en vano es un animal que confía mucho en su familia y es extremadamente protector con ella, sobre todo con aquellos miembros a los que considera más vulnerables, como ancianos y niños.

A pesar de que estar en compañía le apasiona, no te extrañe si pronto descubres que tu bobtail también quiere reservar parte de su tiempo para estar “a su aire”. Al fin y al cabo, cada ser vivo tiene sus propias necesidades y un ratito de independencia le viene bien a cualquiera.

Ayúdale en este sentido, reservando para tu noble amigo un lugar tranquilito y con unas dimensiones medianas, en el que encuentre el refugio para campar a sus anchas, relajándose, descansando o jugando.

Su docilidad y su buen carácter le convierten en un perro merecedor de tu confianza. Su temperamento no va a ser temeroso ni agresivo, por lo que su capacidad de adaptación a las distintas circunstancias es elevada.

Relación con otras mascotas

Si eres de esas personas que disfrutan conviviendo con diversas mascotas, el bobtail está hecho para ti. Este perro grandote, que es puro entusiasmo, comparte su espacio sin ningún tipo de dificultad con otros animales.

Relación con los niños

Ya hemos aludido a que este perro está especialmente indicado para las familias con niños, con los que disfrutará participando en sus largos juegos. Su buen carácter hará que las muestras de afecto con los chiquitines sean constantes, al punto que en ocasiones quedarán divertidamente enterrados bajo su increíble montaña de pelo.

Cuidados básicos

Las personas que cuentan con experiencia previa en mascotas saben que la adopción de un animal lleva implícita una serie de obligaciones que le van a acompañar durante toda la vida del mismo. Por este motivo, es una decisión a valorar y que se desaconseja para aquellos a los que su vida laboral apenas les deja tiempo libre o para los que tienen una apretada agenda social en la que no caben los animales.

Alimentación

El viejo perro de pastor inglés es ese perfecto guardián para tu hogar cuya alimentación no entrañará ninguna dificultad adicional, salvo el hecho de que deberás controlar sus raciones pues están ante un glotón nato.

Sus necesidades energéticas oscilan entre las 1.400 y las 1.500 kilocalorías diarias de un pienso seco de alta gama y hay que observar que no presente una caída masiva de pelo, que podría suponer una carencia alimentaria.

Higiene

El precioso manto del bobtail precisa cuidados cada día. Cuando vuelvas de la calle y vayas a peinarle, revisa que no se le hayan quedado enganchadas hojas, hierbas, papeles, etc.

Uno de sus “puntos flacos”, a los que hay que prestar especial atención, son las orejas, ya que al tenerlas peludas y caídas, son objeto de poca oxigenación y propensas a padecer otitis. Es importante cepillarlas y limpiarlas con un algodón.

Higiene dental

El promedio de vida de un bobtail se cifra entre los diez y los doce años. Lograr que lo alcance con calidad e incluso que lo supere, depende de varios factores entre los que juega un papel determinante su higiene dental.

Una dentadura limpia es sinónimo de un perro sano, puesto que la adecuada higiene bucodental va a propiciar que tu mascota no sea candidata a sufrir desde la grave enfermedad periodontal, que puede hacerle perder piezas de la boca, hasta otras patologías cardíacas, renales y hepáticas, que podrían llegar incluso a costarle la vida.

Baño y secado

El baño de un bobtail no es un demasiado simple ya que sus considerables dimensiones hacen que esta labor no sea tomada a la ligera. Su pelaje encrespado y abultado, exige baños en seco para su correcto mantenimiento y, de vez en cuando, un baño húmedo.

Cuando vayas a sumergirle en el agua, asegúrate de utilizar un champú para perros de calidad, que esté convenientemente etiquetado como un producto controlado, regulado y seguro. Puedes encontrarlos específicos para razas e incluso con propiedades insecticidas que te ayudarán a hacer más liviano el mantenimiento de este gran perro. Antes de que salga al exterior, ayúdate de un secador eléctrico para que su manto esté seco.

Cepillado

Si las labores de acicalamiento no te gustan, el bobtail no es un perro idóneo para ti. El que luzca su manto sano, bonito y libre de enredos no va a ser fruto de la casualidad, sino del arduo trabajo diario de su dueño, que deberá cepillarlo como una tarea cotidiana más.

Aparte, un pelo sano y susceptible de enredarse, conlleva también un alto coste económico en productos para su cuidado. Debes tener también presente que el pelo de este perro ha de ser cortado, por lo que tienes dos opciones: aprender a cortárselo tú mismo o acudir regularmente a la peluquería canina para que se lo corten.

La falta de frecuente desenredado en el manto del bobtail podría hacer que se le formaran nudos entre la capa superior y la inferior del pelo, los cuales serían muy difíciles de deshacer a posteriori, por lo que has de procurar que no llegue a esa situación.

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Vacunas y tratamientos antiparasitarios

Cuando adoptes un viejo pastor inglés, acude tan pronto lo tengas en tus manos a la consulta del veterinario, para que lo someta a un chequeo a fondo, le instale un chip y establezca para él un calendario de vacunaciones, con el que hacer frente con éxito a determinadas enfermedades infecciones.

Las vacunas, las garrapatas y los gusanos intestinales deben ser también tenidos en cuenta para su control, por parte de las pipetas y collares antiparasitarios que el mercado pondrá a tu disposición. Muestra especial atención al manto de tu bobtail, pues los parásitos externos encontrarán en su abundancia el caldo de cultivo perfecto para anidar.

Enfermedades más comunes

El viejo perro de pastor inglés, por sus grandes dimensiones, puede verse afectado por diversas enfermedades hereditarias, algunas de las cuales estarían relacionadas con su tamaño.

Una de las enfermedades genéticas típicas de los perros grandes es la displasia de cadera, un trastorno que impide que la articulación de la cadera encaje como debiera con la cabeza del fémur, lo que da lugar a cojera y dolor.

También es propenso a sufrir el “Síndrome de Wobbler”, que suele aparecer de cachorro, provocando cojera en las patas traseras y hasta parálisis en casos extremos.

Otras disfunciones que padecen estos perros son la diabetes, la sordera y ciertos trastornos oculares como las cataratas o la atrofia progresiva de retina, que pueden dar lugar paulatinamente a la ceguera del perro.

La torsión de estómago tampoco es ajena a esta raza, al ser habitual en canes de razas grandes con tórax ancho, como es el caso. De origen genético, a veces llega a colapsar el estómago, que no puede vaciarse, e incluso puede llegar a afectar a la circulación sanguínea, por lo que puede ser una dolencia mortal si no se detecta a tiempo.

Adiestramiento

Estás ante un perro que posee una inigualable capacidad instintiva para el trabajo, por lo que su adiestramiento no ha de resultarte complicado. Te recomendamos paciencia y una pizca de buen humor, para que las sesiones estén presididas por el talante adecuado. De todos modos, no tendrás mayor problema pues el “old english sheepdog” ha venido participando con éxito en pruebas de obediencia básica y avanzada, así como en Agility.

El bobtail va a dejarse adiestrar y va a dar sobradas muestras de su paciencia. Baste con escuchar el relato de familias que cuentan cómo su lanudo amigo se deja disfrazar con todo tipo de prendas por sus hijos, o cómo ayudaron a dar sus primeros pasos a sus chiquitines. Hasta de cachorros, época en la que se les supone más enérgicos, muestran gran paciencia y tolerancia con su entorno.

Ahora bien, no caigas en el error de pensar que porque el bobtail sea un fiel y campechano compañero no has de adiestrarle en la necesaria rutina y en la amable disciplina. Como cualquier miembro de una comunidad, ha de seguir unas pautas de comportamiento.

Algunas familias, guiadas por la extrema ternura que les ha inspirado su cachorro de bobtail, han sido excesivamente permisivas con él. Esta falta de control, como no podría ser de otra manera, ha terminado dando como resultado un mal comportamiento del animal, lo que ha desembocado en un enrarecimiento de la convivencia.

El hecho de que estés ante un perro inteligente, no debe sino reforzar la idea de que tienes que ser tú quien encauce su conducta, pues si él detecta falta de firmeza por tu parte, no lograrás que en ningún momento vea en ti a un líder.

La falta de liderazgo llevará al animal a querer ser él quien tome las riendas de la situación. No se lo permitas, ni siquiera en los primeros meses de vida, porque lo que al principio puede resultarse gracioso, terminará por tornarse en un comportamiento indeseado y tedioso de corregir.

Establece desde su llegada a la casa una rutina diaria. Dedica cada día varios ratos a explicarle que tiene que hacer sus necesidades en un lugar determinado, cómo debe comer, cuándo debe hacer ejercicio, etc.

El viejo pastor inglés está considerado como un animal de ideas fijas por lo que el temprano adiestramiento desde sus primeros meses de vida está muy aconsejado. Si le educas de manera adecuada, podrás hacer que se adapte a vivir en un apartamento, siempre que esté lo suficientemente acompañado y que seas consciente de que parte del encanto de tener contigo un animal de este tipo reside en sacarlo a correr a sus anchas en espacios abiertos.

No olvides nunca que dejar a un lado la necesidad de ejercicio de esta raza sería un auténtico desastre, ya que los problemas graves de estrés comenzarían a presidir su vida. Algo que también debes tener en cuenta es que has de mantener en la casa una temperatura fresca y estable, pues un bobtail no puede soportar el calor extremo.

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