Boston Terrier: curiosidades, alimentación, higiene y más

Esta raza de perros de origen norteamericano se caracteriza por su mirada melancólica y sus ejemplares reciben el nombre de “gentleman americano”, ya que las marcas blancas que exhiben en su piel se asemejan a las de un esmoquin.

Equilibrados y afectuosos, estos canes, cuya expresión es seria pero que a su vez desarrollan un comportamiento juguetón y alegre, conforman la raza que alcanzó mayor popularidad en Estados Unidos de 1929 a 1935. A día de hoy se les considera excelentes perros de compañía y son la mascota de muchas escuelas y equipos deportivos. También tienen mucho éxito en las terapias para personas con dificultades mentales o físicas.

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Todo lo que deberías saber sobre el Boston Terrier

El Boston terrier es una mascota alegre, sociable y, sobre todo, muy elegante. Una ventaja de esta raza es que está recomendada tanto para dueños que ya cuentan con experiencia en el cuidado y adiestramiento de perros como para propietarios novatos.

Su pequeño tamaño, el hecho de que desprenda cariño a raudales y el que su educación no presente a priori ningún problema, lo convierte en el perrito ideal para la mayoría de familias. Si algo hay que destacar de este can es su elevado nivel de sociabilidad, lo bien que se porta y el extremo apego que muestra a los suyos.

Origen

Seguro que ya habrás imaginado que el Boston terrier tiene su origen en la ciudad de Boston, lo que hace de ella una de las pocas razas cuyo origen es verdaderamente norteamericano. Hacia 1870 se comienzan a realizar cruces entre bulldogs ingleses y distintas variedades de terriers que habían llegado desde Inglaterra.

Como curiosidad apuntar que, en un principio, el nombre que recibió la raza nada tiene que ver con el actual. Se les llamó “cabeza redonda”, “cabeza de bala” y hasta “bull terrier”, si bien esta última denominación no fue del agrado de los dueños de los auténticos bull terrier, por lo que hubo de cambiárseles el nombre, que en la década de 1890 pasó a ser Boston terrier.

Lo cierto es que han circulado dos versiones respecto al fin con el que esta raza fue creada. La primera de ellas es que trataría de un antiguo perro de pelea. La segunda, que parece menos probable, dice que fue una especie de trastada operada por los miembros del servicio de la alta sociedad que se encargaban de cuidar a los perros más distinguidos. Estos canes habrían terminado apareándose con las perras que estos mismos sirvientes tenían.

La raza se registró por primera vez en el American Kennel Club en 1891, momento desde el que estos perritos comenzaron a escalar puestos en el ranking de popularidad, al punto que en 1915 era ya considerada la raza más popular de Estados Unidos y la mascota favorita de actrices de la talla de Paola Negri que se jactaba de llevar a su Boston terrier, llamado “Patsy” a todo tipo de eventos. En el caso de que se le negara la entrada, la estrella no dudaba en esgrimir el lema de “No Patsy, No Paola”.

Otros famosos aficionados a esta raza han sido el presidente de Estados Unidos, Warren G. Harding, que adoraba a su perrito “Hub”, la famosa escritora Mary Roberts Rinehart, que tenía varios de estos canes o la actriz June Lockhart, que también adoptó unos cuantos razas medianas de perros.

De esta raza, Margaret McElroy dijo que “Cuando alguien necesite un amigo, este es el perro al que hay que acudir”.

Características y rasgos físicos

Con una altura a la cruz de unos 30 centímetros y un peso que oscila entre los 7 y los 9 kilos, el cuerpo del Boston terrier es corto, de estructura cuadrada y compacto. Esto se traduce en que su longitud es la misma que la de su altura a la cruz- Sus patas son elegantes, como todo él, y fuertes para su tamaño. Su cola es de inserción baja, corta y delgada…

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Su cabeza es corta y cuadrada, bien proporcionada en relación al resto del cuerpo. Su expresión, aparte de melancolía, denota una extraordinaria inteligencia. Su trufa es negra y ancha, presentando un surco notablemente definido entre sus fosas nasales.

Su hocico es cuadrado debido al prognatismo característico de la raza, o lo que es lo mismo, a que su maxilar inferior es más largo que el superior. Sus ojos son grandes, oscuros y redondos. Sus orejas son pequeñas y erguidas. Por desgracia, el estándar FCI acepta las orejas amputadas siempre que se mantengan erguidas, práctica que afortunadamente está ya prohibida en muchos países por considerarse cruel con los animales.

Color

Existen ejemplares de Boston terrier atigrados, color “seal”, negros con un matiz rojizo o negros con marcas blancas. El atigrado solo se prefiere en el caso de que el resto de cualidades sean equivalentes. Su pelo es liso, corto, brillante y de fina textura.

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Temperamento

Como perro de compañía, el Boston terrier es una elección sin igual que hará las delicias de toda la familia desde que ponga las patitas en su nuevo hogar. Dulce, cariñoso y tranquilo, sin embargo cuenta también con un fuerte carácter que le hacer mantenerse firme en sus decisiones.

Aunque no le gusta nada meterse en líos ni pelear, es sobradamente conocida su valentía, una característica que le hace no ceder un ápice en el caso de que se vea abocado a participar en una pelea.

De este pequeño can conquista todo, desde su agradable talante, siempre alerta, hasta su tierna expresión, presidida por sus expresivos ojos, redondos y oscuros. Acompaña a su inteligencia su deseo de complacer a su amo, bondades que hacen de él es más grato de los compañeros.

Por si fueran pocas virtudes, su acicalamiento es muy sencillo y se trata además de un perrito de por sí muy limpio, que no desprende olor a perro. Lo que sí debes tener en cuenta antes de adoptarlo es que esta raza no está preparada para vivir en el exterior, por lo que si te decides a que uno de sus ejemplares sea un miembro más de tu familia, deberás instalarlo dentro de casa para que disfrute del calor y de todas las comodidades de su nuevo hogar.

Piensa que su capa de pelo es fina y corta por lo que las temperaturas bajas le afectan mucho. Durante las horas más gélidas, sus salidas al exterior deberán ser las justas para hacer sus necesidades y enseguida estar de vuelta en casa. Ahora bien, si de lo que se trata es de acompañar a su dueño para dar un paseo, estará dispuesto a soportar los rigores climatológicos con tal de agradar.

Más peligrosas pueden resultarles las temperaturas extremadamente calurosas, pues lo normal es que, al pertenecer a una raza chata, el Boston terrier pueda sufrir un golpe de calor.

Otro de los beneficios que suponen tener a uno de estos perritos junto a ti es que son unos perfectos compañeros de viaje, cuya conducta será magnífica si te decides a llevártelos de vacaciones. Su pequeño tamaño hace que sean aceptados por muchos hoteles en el caso de que los instales en un transportin o en una jaula.

El apartado de juegos merece un capítulo aparte, porque este chiquitín es juguetón por naturaleza. No en vano parte de su encanto reside en que, por mucho que vaya cumpliendo años, mantiene intacto su espíritu jovial de cachorro. Teniendo en cuenta que ellos no saben poner fin a la diversión, serás tú quien tengas que poner tales límites pues, de lo contrario, ambos podéis caer exhaustos.

Este pequeñajo no va a necesitar demasiado espacio para vivir feliz. En este sentido se adapta estupendamente a la vida en un pequeño apartamento, con tal de tener la oportunidad de disfrutar de paseos fuera de casa. Como es lógico, esto no quiere decir que no sea muy dichoso en una casa de campo con el suficiente terreno como para que pueda jugar cuanto quiera a la pelota, sin preocupaciones.

Obediente y de buenas maneras, este perrito es muy receptivo al cariño, aunque lleve algo de tiempo el que tome conciencia de lo que esperamos de él. Fiel y leal con su amo, responde con efusividad a sus elogios, aunque este no es el típico perro que vuelca todo su cariño en una persona sino que lo reparte a placer. Pese a ello la fidelidad y la devoción del Boston terrier a su amo son algunos de sus principales rasgos distintivos.

Es probable que ladre un poco a las visitas pero, una vez que adquiera confianza, se mostrará afectuoso con ellas o se separará, yendo tranquilamente a jugar con algunos de sus juguetes predilectos como son los trapos viejos o los mordedores.

Relación con otras mascotas

En lo que se refiere a otros perros, al Boston terrier le va a gustar jugar bastante con ellos aunque se da la circunstancia de que si se ve en peligro no va a dudar en defenderse, por lo que si el carácter del otro perro no es demasiado dócil hay que prestar un poco de atención al modo en el que se relacionan.

Ahora bien, el hecho de que originariamente fuera creado para ser un perro de pelea hace que necesite un plus de socialización desde cachorro, para que llegue a comportarse debidamente con sus congéneres.

Relación con los niños

El Boston terrier siempre va a mostrarse deseoso de jugar con los niños, por lo que se convertirá en un formidable compañero de juegos para ellos así como en un excelente protector. Esta responsabilidad será asumida por él con mucho gusto y los padres podrán estar tranquilos mientras los más pequeños de la casa y la mascota juegan sin parar.

Eso sí, como es normal, los niños de la casa también deberán ser educados en el respeto hacia las mascotas, debiendo ser cuidadosos con ellas y respetando sus horas de comida y descanso, así como no cogiéndolas con demasiada frecuencia.

Cuidados básicos

Dispensar a un perro los mejores cuidados posibles es una obligación de todo dueño que redundará muy positivamente tanto en su calidad de vida como en la edad que alcance que, en el caso del Boston terrier, se sitúa entre los 13 y los 15 años.

Alimentación

Este clásico del mundo canino no es nada difícil de cuidar. En lo relativo a la alimentación, no requiere grandes cantidades de comida. Opta por dispensarle una dieta equilibrada cuya base esté compuesta por un pienso seco de calidad que cubra todas sus necesidades nutricionales. En el mercado encontrarás estas gamas de piensos que además están destinadas específicamente para cada raza.

Evita darle a tu Boston terrier comidas demasiado grasas pues estos canes cuentan con un metabolismo bastante lento y por supuesto tampoco compartas con él tu propia comida pues le estarías haciendo a tu querido amigo un flaco favor. Por último, no olvides que siempre ha de tener agua a su disposición para no deshidratarse.

Higiene

A estos elegantes perritos les encanta lucir un aspecto perfecto en el que la limpieza cobra una especial importancia. No está de más que cada día utilices unas cuantas toallitas húmedas de bebé o un paño húmedo y le limpies las zonas que más se ensucian como el lagrimal, las orejas, las patitas o el área de los genitales.

Higiene dental

Los perros de raza pequeña precisan una exhaustiva limpieza bucal debido a que son tendentes por naturaleza a acumular placa bacteriana y sarro en sus reducidas dentaduras. Este problema puede llegar a ser muy molesto para toda la familia pues la halitosis o mal aliento no tardará en hacer acto de aparición.

En cuanto a la salud del propio animal, de no corregirse a tiempo, puede causarle igualmente graves dolencias si este inconveniente se transformara en infecciones, algunas de las cuales pueden tener consecuencias importantes.

Acostumbrar al perrito desde cachorro al periódico cepillado dental es la mejor forma de evitar este problema. Has de contar con la posibilidad de que este hábito no le agrade en absoluto. Para facilitarte las cosas, en tiendas especializadas encontrarás todo tipo de productos para la higiene dental al gusto de tu Boston Terrier. Aprovéchate de ello y familiarízale con esta conducta que os hará bien a todos.

Baño y secado

Será suficiente con que bañes a tu Boston terrier una vez al mes con un champú específico para perros que contenga un pH similar al suyo, es decir un pH7.

A continuación, sácalo del baño y utiliza una toalla para retirarle el exceso de agua, de forma que lo prepares para aplicarle secador eléctrico a temperatura moderada. No olvides que este perro es muy sensible a las bajas temperaturas por lo que, si es invierno, no permitas que salga al exterior hasta que no se encuentre seco del todo.

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Cepillado

En contra de lo que muchos piensan, el pelo corto también requiere atenciones. Por esta razón, no solo hay que mantenerlo limpio, sino cepillado e hidratado para que no se vuelva mate y la piel comience a experimentar problemas. Llegados a ese punto, la muda excesiva sería muy molesta.

Muchos dueños de perros de pelos cortos pueden corroborar que tales mudas llegan a ser bastante peores que las de perros de pelos largos, dado que los pelos cortos no se ven y su rigidez hace que se claven en moquetas, tapicerías, en la ropa y en cualquier lugar que imagines. Mantén a tu Boston terrier hidratado y sus mudas serán mucho más livianas.

Vacunas y tratamientos antiparasitarios

Preservar la salud y el bienestar de tu Boston terrier requiere que observes escrupulosamente el calendario de vacunaciones que el veterinario indique y le coloques las pipetas y collares antiparasitarios con las que evitar el contagio por pulgas, garrapatas y gusanos intestinales.

Enfermedades más comunes

El Boston terrier se ha ganado a pulso su fama de perro fuerte aunque genéticamente tiene una cierta tendencia a sufrir determinadas enfermedades entre las que se encuentran problemas cardíacos, cataratas precoces y sordera.

Otra de las patologías que padecen algunos de estos ejemplares son la epilepsia, la excesiva sensibilidad a algunas sustancias como la anestesia o ciertos productos químicos y la luxación patelar.

Por luxación patelar se entiende el desplazamiento de la rótula del can. Sus síntomas van a depender de dos factores: de la propia envergadura de la luxación y de si tiene o no artritis previa. Puede que este problema no le cause dolor al animal pero sí que le provoque problemas de movilidad en sus patas traseras, como la cojera o los ocasionales saltos.

Al tener los ojos tan prominentes, esta es una raza que tiene muchas posibilidades de padecer problemas a nivel de la córnea.

Su hocico corto lo hace propenso a desarrollar el síndrome del perro braquicefálico. Este trastorno suele estar asociado a problemas respiratorios y a una extrema sensibilidad a los cambios de temperatura, tanto a las bajas como a las altas, que pueden dar lugar a los temidos “golpes de calor”. Por este motivo se recomienda preservar a estos perritos de los rigores del clima y de los sobreesfuerzos, que puedan acabar en alteraciones respiratorias.

El hipotiroidismo es otra de las disfunciones hereditarias que a menudo aquejan a estos encantadores pequeñines. Los ejemplares que lo padecen van a sufrir cambios en su conducta, obesidad y problemas de pelo.

Adiestramiento

La mayoría de los dueños de un Boston terrier coinciden en que este no es un perro difícil de adiestrar, por lo que han disfrutado gustosos de la experiencia del adiestramiento en primera persona, sin necesidad de delegar en profesionales. Es más, muchos la consideran una actividad muy placentera.

En lo que a resultados se refiere, nada como adiestrar a estar raza bajo los criterios de las que se conocen como técnicas de adiestramiento positivo consistentes en premiar las buenas conductas, tratando de obviar, en la medida de lo posible, las conductas indeseadas.

Piensa que el éxito del adiestramiento positivo en este tipo de canes estriba en que se trata de métodos en absoluto agresivos, dado que estas razas de mascotas son muy sensibles y no les sientan nada bien las voces altas ni los castigos. Lo más aconsejable, es no regañarles demasiado cuando su comportamiento no sea el que queremos lograr.

Aunque se trata de una raza inteligente que responde bastante bien a las normas de obediencia básica, ciertos aspectos de su adiestramiento precisan algo más de paciencia. Al adiestrarlo, el control de sus necesidades suele convertirse en el principal reto. Ello es debido no solo a que es testarudo por naturaleza sino a que de cachorro, su pequeña vejiga le crea la necesidad de orinar muy a menudo. Si quieres conseguir buenos resultados en ese sentido, muéstrate constante en su adiestramiento durante varios meses.

Para que tu Boston terrier no se convierta en un animal caprichoso, evita que experimente el que se conoce como el “síndrome del perro pequeño”, es decir que pase a considerarse el líder de la manada que para él es su nueva familia, queriendo tomar el control de todas las situaciones. Se necesita un dueño inflexible que le indique que él es quien pone las normas y que no deje que este pequeño vaya ganando terreno a día, al ser un adulador innato.

En el caso de que tengas un jardín es más que probable que te encuentres con que a este chiquitín le encanta excavar por lo que difícilmente resistirá la tentación de hacerlo. Igual no te supone ningún problema, pero en caso contrario le puedes habilitar un arenero en el que excave a placer. Todo sea por ver a tu querido amigo feliz. También puedes enterrar algo que sepas que no es de su agrado, del estilo de una malla metálica, en ese lugar, de modo que termine desistiendo porque su extraña textura le impida acercarse.

Un aspecto que debes considerar es que un Boston terrier en rara ocasión va a ser un buen nadador, por lo que debes evitar que caiga al agua, por ejemplo, de una piscina, pues este incidente podría tener consecuencias fatales para él.

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