Kangal Turco: Salud, Alimentación, Higiene, Temperamento y más

Este can gigante, cuyo nombre proviene del distrito de Kangal, en la provincia de Sivas, es el perro nacional de Turquía. Ideal para guardar y proteger a las ovejas, pone las cosas muy difíciles a depredadores y ladrones que quieran acercarse al rebaño.

Mucho más que un guía de ganado, este perro no deja indiferente a nadie, debido a sus grandes dimensiones. Con una historia muy antigua, el Kangal parece sacado directamente de otra época.

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Todo lo que deberías saber sobre el Kangal Turco

Considerado por los turcos un auténtico tesoro nacional, es un perro muy poco común fuera de su país natal. Dentro de él, la mayoría de los ejemplares se encuentran como perros de pastores en zonas rurales.

Uno de los canes más valientes y fuertes que existen, los pastores turcos dicen de él que es un perro que come mucho, y que si no come se niega a trabajar, por lo que les es costoso mantenerlo, si bien ahorran tantas muertes entre sus rebaños, que les compensa con creces alimentarle correctamente.

Origen del Kangal Turco

Los antiquísimos orígenes del Kangal se sitúan en Turquía Central y más concretamente en la provincia de Sivas. Existen datos que apuntan a que esta magnífica raza existía ya desde los tiempos del Imperio Romano.

Aunque carecemos de datos ciertos, parece ser que la teoría más acertada sería aquella que sitúa al Kangal Turco como el resultado del cruce entre tres líneas de canes. Dichos cruces se habrían producido por parte de los soldados romanos para conseguir un perro potente que pudiera acompañarles en sus marchas.

Estas tres razas serían el Moloso de Asiria, perro tipo mastín perteneciente al Imperio Asirio, el Mastín Inglés, cuya bravura impresionó al mismísimo Julio César a la hora de conquistar Britania y, por último, el Moloso Romano traído desde tierras griegas.

El híbrido conseguido parecía realmente imparable y las funciones de guardia estaban aseguradas con él. Además, una vez que iban conquistando nuevos territorios, los llevaban con ellos para guía y custodia de los rebaños de ovejas y cabras con los que los soldados eran alimentados.

Más tarde, este perro sería exportado a Turquía, país en el que la raza se comenzó a desarrollar. En la actualidad sigue estando muy valorado allí como perro pastor, siendo también un excelente perro guardián y de compañía.

Características y rasgos físicos del Kangal

Con una altura a la cruz de 74 a 81 centímetros y un peso que oscila entre los 50 y los 65 kilos, este perro fuerte y musculoso no llega a considerarse un mastín pero es muy similar a él…

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El Kangal es más ágil y menos pesado que el mastín, lo que le hace correr con facilidad y moverse a su antojo.

Su cabeza es ancha, larga y grande. Sus ojos son pequeños y muy separados entre sí, lo que les permite tener un amplio campo de visión. Su color va del dorado al marrón oscuro. Su mandíbula es fuerte y potente, con una mordida formidable.

Sus orejas cuelgan a ambos lados de la cabeza, siendo de tamaño mediano, con forma triangular y bordes redondeados. Su cola es fuerte y larga, llevándola enroscada sobre el cuerpo siempre que está en movimiento. Cuando está en reposo le llega hasta la altura del corvejón.

Color y pelaje del Kangal Turco

El Kangal cuenta con una doble capa de pelo. La capa externa es impermeable y la capa interna consiste en una lanilla fina que protege al animal de las bajas temperaturas.

Su piel es densa y algo suelta en la zona de los hombros. Su manto es sólido y presenta una variedad cromática del pardo al gris que remata con una máscara negra. En ocasiones presenta una marca blanca pequeña en el pecho.

 

Temperamento del perro Kangal

Quienes conviven con uno de estos perros afirman que la paz mental que transmite un Kangal bien educado no tiene precio. Respecto a esta raza muchos se preguntan si es la misma de la del Pastor de Anatolia o Pastor Turco.

Realmente son razas de perros distintas para las principales asociaciones caninas como el American Kennel Club o el United Kingdom Club, mientras que algunas otras consideran al Kangal dentro de la raza de Perro Pastor de Anatolia.

Valiente, poderoso, protector, seguro y sereno, el carácter de este can siempre le ha llevado a involucrarse mucho en la vida familiar, pese a tratarse de un perro rural. Su inteligencia y su gusto por la interactuación con las personas le llevan a conquistar los corazones de todos aquellos que tienen relación con él.

Su extrema amabilidad con la familia, se convierte en absoluta reserva cuando se encuentra con extraños, como sucede con la mayoría de los perros pastores. Su lealtad, su sensibilidad y su seriedad, son otros de los puntos que tiene a su favor este extraordinario can.

Si estás pensando en adoptar a un Kangal tienes que tener claro que este perro no se acostumbra con facilidad a vivir en la ciudad ni por supuesto en casas demasiado pequeñas. Como mínimo vas a necesitar, para que pueda expandirse, una casa con un amplio jardín o un terreno vallado que le permita canalizar, mediante el ejercicio, la energía acumulada.

Respecto a esta zona vallada, el espacio deberá estar cubierto con una alambrada lo suficientemente alta, pues este can es único a la hora de sortear obstáculos con total facilidad.

Otro factor que debes tener en cuenta es que, aunque nos solemos referir a él como un perro pastor, en realidad es un gran guardián del ganado que lo protege frente al eventual ataque de chacales, osos y lobos.

Como curiosidad queremos apuntar el dato de que de 1994 hasta ahora, varios centenares de estos perros han sido regalados a los pastores locales de Namibia por parte de la CFC, una asociación dedicada a la conservación de los guepardos, una especie en peligro de extinción.

El caso es que estos perros no permiten que los guepardos se acerquen a los rebaños de ovejas y cabras, lo que impide las bajas entre el ganado, haciendo que los pastores no quieran matar guepardos de modo indiscriminado, por lo que puede decirse que el Kangal está contribuyendo a la conservación del guepardo.

Resulta crucial que el Kangal sea intensamente socializado desde cachorro para convertirle en un animal confiable. Ten presente que su desmesurada fuerza podría volverse en tu contra, o en la del resto de personas o animales de tu entorno, si no llegas a hacerte con un animal de tamaña envergadura.

Debido a ello, su adopción lleva aparejada la responsabilidad de socializar al animal correctamente, de manera que puedas predecir con seguridad sus reacciones cuando alguien os visite en casa o cuando estéis fuera de vuestro hogar y se os acerquen otros transeúntes con sus canes.

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Relación con otras mascotas

El Kangal es muy reservado con los desconocidos en general, lo que incluye a los perros que le son extraños, con los que incluso puede mostrarse agresivo si son de su mismo sexo. Por ello será fundamental que el animal haya sido sometido a una adecuada socialización en aras de poder relacionarse con naturalidad con otros congéneres, e incluso llegar a vivir con ellos sin que surjan conflictos.

Relación con los niños

Muy afable con los niños, el instinto protector que despliega hacia los más pequeños de la casa parece indicar que los asemeja al ganado, en lo que a su cuidado se refiere, por lo que no los pierde de vista. De hecho, este can está considerado como un gran “guardián de la familia”.

Por tanto, si tienes hijos, has de saber que un Kangal Turco bien socializado será protector, gentil y leal con ellos. Esto no quiere decir, como es lógico, que no debas supervisar convenientemente los juegos entre tus hijos y este grandullón, por si los primeros acaban en el suelo por accidente, dado el impresionante tamaño del segundo.

Cuidados básicos del Perro Kangal Turco

Cada raza canina precisa una serie de cuidados específicos. En el caso del Kangal, no se trata de un animal que requiera de tu esmero a la hora de acicalarlo. Si estás pensando en adoptar un perro y dispones del suficiente espacio y experiencia para cuidarlo, debes saber que los gigantes son una buena opción, pues por su tamaño muchas personas los consideran peligrosos y los descartan.

Alimentación del Kagal Turco

Salta a la vista que la alimentación de un Yorkshire y la de un Kangal Turco no es la misma. Sin duda, el aparato digestivo de un perro enano, poco tiene que ver con el de uno gigante, siendo el primero bastante más caprichoso a la hora de alimentarse.

Por otra parte, el aporte energético que requiere un perro tan grande es muy distinto al de un perrito chiquitín. No en vano, el crecimiento de los perros grandes es más lento y largo que el de los pequeños, por lo que tienes que buscar una dieta que resulte respetuosa con su ritmo de desarrollo, para no arriesgarte a que termine sufriendo problemas óseos del estilo de la displasia.

Lo mencionado indica que resulta fundamental que adaptes la alimentación de un perro de este tamaño a su ritmo de desarrollo y declive, por lo que tendrás que tener presente que mientras sea cachorro necesitará una dieta con poca materia grasa, que le permita crecer paulatinamente. Recuerda no proporcionarle suplementos extras de calcio que propicien la aceleración de su crecimiento.

Una vez alcanzada la etapa adulta deberás evitar a toda costa que padezca intolerancia digestiva que le haga candidato idóneo a sufrir torsión gástrica, por lo que su dieta deberá estar basada en un pienso seco de calidad con un alto contenido calórico (de modo que evite las comidas copiosas) y que sea muy digestivo. Incluye también en su dieta antioxidantes naturales, del estilo de la vitamina E y C, reduciendo el aporte de fósforo.

Cuando supere los 6 años de edad y comience a mostrar signos de deterioro físico, como las dolencias articulares, deberás favorecer el aprovechamiento óptimo de los nutrientes que ingiera, para que no padezca problemas estomacales.

Higiene

El serio compromiso que supone la adopción de un perro ha de incluir obligatoriamente la atención de su aseo, de manera que el animal goce de la mejor calidad de vida posible. Un derecho que asiste al perro y que redundará en beneficio de todos los que le rodean, pues un can del tamaño de un Kangal con una deficiente higiene resultaría insoportable a la hora de convivir.

Higiene dental

La adecuada higiene bucodental de tu perro va a resultar determinante para que evites el depósito de sarro y la consiguiente aparición de placa bacteriana, según va envejeciendo el perro. Si tenemos presente que el Kangal cuenta con una esperanza de vida de 12 a 15 años, lo que es bastante inusual tratándose de un perro grande, de la higiene de su boca va a depender en gran medida su calidad de vida.

Baño y secado

Si ya de por sí resulta complicado bañar a cualquier perro, en el caso de los gigantes, la cuestión del baño y secado puede convertirse en toda una odisea. Los canes en general no son dóciles a la hora de bañarse, por lo que desde cachorro deberás enseñar a tu Kangal a ser aseado de forma natural y sin sobresaltos, para terminar secándolo a base de mucha paciencia.

Dicho esto, no es raro pensar que cada vez sean más los propietarios que acudan con sus grandotes amigos a los centros profesionales de lavado canino, donde cuentan con medios específicos para su aseo. Pregunta también por la posibilidad de que oferten servicio de autolavado.

Cepillado

Mantener la bella capa de pelo del Pastor Kangal en perfecto estado será muy sencillo siempre que la cepilles a conciencia un par de veces por semana. En época de muda, sin embargo, tendrás que hacerlo con más frecuencia, a poder ser a diario, dado que el constante desprendimiento de pelo al que se va a ver sometido hará que tengas que librar su manto de la gran cantidad de pelo muerto que quedará adherido al mismo.

Vacunas y tratamientos antiparasitarios

Por muy grande que tu Kangal sea, poco o nada va a poder hacer ante el ataque de diminutos microorganismos que pueden llegar a causar verdaderos estragos en su salud, si no está vacunado frente a determinadas enfermedades graves. Tampoco los parásitos harán ningún bien a su organismo, por lo que debes colocarle las pipetas o collares antiparasitarios que el veterinario te indique, al objeto de librar a tu can de tales posibles daños.

Enfermedades más comunes del Kangal Turco

La salud del Kangal Turco es por lo general muy buena. Ello motiva que esta raza tenga una esperanza de vida bastante más elevada que la del resto de perros de su tamaño, como ya hemos comentado, lo que es indicativo de una salud de hierro, si bien no le exime de su tendencia a ciertas dolencias.

La displasia de cadera o displasia coxofemoral es una patología hereditaria muy típica de los perros grandes y gigantes. Es degenerativa y grave pues, en estado avanzado, puede llegar a incapacitar al animal. Algunas de las causas que la provocan son el extremo ejercicio físico, la deficiente alimentación, las alteraciones hormonales y el sobrepeso, aunque en ocasiones sus causas son aleatorias o genéticas, lo que tiene más difícil solución.

Además, algunos ejemplares son proclives a padecer lipomas, unos temores benignos que no deben preocupar a sus dueños, aunque resulten algo alarmantes cuando aparecen.

En cualquier caso, recuerda que es absolutamente necesario que tu mascota sea sometida a un chequeo veterinario de rutina al menos una vez al año, al objeto de detectar precozmente dolencias que, más tarde, podrían llegar a ser muy graves e incluso convertirse en el detonante de un fatal desenlace.

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Adiestramiento del Kangal Turco

El Kangal es un perro territorial y fácil de adiestrar, si bien no esperes que cumpla inmediatamente tus órdenes. Este perro versátil y fascinante será una estupenda mascota siempre que sepas adiestrarlo bien.

Esto no significa que un perro tan grande y con tanta fuerza pueda caer en manos de cualquiera, pues los dueños novatos deben abstenerse de adoptar estos increíbles canes. No pierdas de vista que estos perros cuentan con unos fuertes instintos de defensa, por lo que necesitan estar muy bien entrenados. De no ser así, no te extrañe que pudieran llegar a atacar a ciertos animales domésticos que llamen su atención.

Este perro con el corazón de un león, que por cierto es nocturno como la mayoría de perros guardianes de granjas, tiene que ser educado en la absoluta claridad de lo que puede y no puede hacer, pues la imposición de límites es la clave de su correcto comportamiento.

Siguiendo en la línea de quién puede ser el dueño ideal para semejante perro, te diremos que ha de tratarse de alguien para quien el ejercicio de la autoridad no suponga ningún problema. Si no es tu caso, olvídate de este perro, pues nunca va a admirarte y a respetarte lo suficiente como para considerarte el líder alpha de la manada que él busca como referente.

En multitud de ocasiones los dueños ceden ante la insistencia de sus perros por ir “ganando terreno” en muchos actos cotidianos. Consentirles equivale a terminar perjudicándoles, Si lo haces, solo vas a conseguir que detecten en ti signos de debilidad que no tardarán en utilizar en tu contra.

Si quieres escalar posiciones en la jerarquía que representa el núcleo familiar respecto del animal, vas a tener que demostrar que eres una persona fuerte y coherente, que sabe mantener un “NO” rotundo a cualquier precio. Una persona que no retrocede en ninguna circunstancia y en la que tu canino amigo puede confiar ciegamente.

Si no lo consigues, él mismo intentará adoptar ese rol, imponiendo su criterio sobre el tuyo, lo que supondrá un encuentro de intereses muy serio que llevaría a enrarecer al máximo la convivencia. Piensa que no es lo mismo que se rebele un chihuahua a que lo haga un perro de esta magnitud, al que no podrás hacer entrar en razón tan fácilmente.

El Kangal Turco no es amigo de la manipulación ni del trato brusco, a los que reacciona con poca paciencia. Dicho esto, ni que decir tiene que todavía tolera mucho menos el entrenamiento autoritario que pueda llegar a incluir el castigo físico.

Por el contrario, la mejor manera de educar a un perro de esta raza, como a los de otras muchas, es mediante el refuerzo positivo, una herramienta de lo más eficaz para el aprendizaje de tu mejor amigo.

Según vayas conociendo este método, irás tomando conciencia de la importancia de adiestrar a un perro no solo en las etapas de juventud, sino de seguir reforzándolo en positivo durante toda su vida adulta para afianzar su conducta deseada.

Lo fundamental es que utilices “reforzadores positivos” que consisten en cosas agradables para el perro, o cosas para cuya obtención el animal esté dispuesto a realizar un trabajo. Golosinas para canes, cariños y palabras y/o gestos afectuosos son sin duda algunos de sus preferidos.

Esto se entiende mejor conociendo que riñas y castigos no hacen más que someter a los perros a situaciones generalizadas de estrés que hacen que respondan peor y que recuerden de una manera mucho más vaga lo que les estamos intentando comunicar.

A esto hay que unir que, pasado un tiempo, el can solo va a mostrar sumisión porque te sabe enfadado y se encuentra asustado, pero ni si siquiera entenderá qué ha ocurrido realmente ni qué ha ocasionado tu enfado.

Un Kangal va a presentar además dos problemas de conducta que deberás evitar con un bien nivel de educación desde cachorro y que no son otros que su tendencia a destruir cosas y sus excesivos ladridos.

Por último piensa si estás dispuesto a llevar a cabo el considerable esfuerzo económico que supone convertir a un Kangal Turco en tu mejor amigo, lo que no solo se traduce en un importante gasto en alimentación, sino en multitud de productos que su cuidado precisa, como cama grande, artículos para la higiene dental del perro, visitas al veterinario, juguetes, etc.

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