Perro Lobo Checoslovaco: Alimentación, Higiene, Salud, Cuidados y Todo sobre la raza

De fascinante puede calificarse el parecido que a veces presentan perros y lobos. Uno de los máximos exponentes de tal similitud es, sin duda, el perro lobo checoslovaco, una auténtica preciosidad de can que aúna lo más bello de una y otra especie.

Entre sus cualidades destacan tanto las de extraordinario perro pastor como las de un lobo salvaje, por lo que estamos ante una raza singular, que en ningún caso se considera un híbrido, ni tampoco está incluida en el listado de perros potencialmente peligrosos (PPP).

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Todo lo que deberías saber sobre el Perro Lobo Checoslovaco

Su moderna incorporación, dado que es una raza relativamente reciente, hace que sean muchas las personas que desconozcan cuáles son las características generales de este can, así como su temperamento, los cuidados básicos que precisa, sus problemas más frecuentes de salud y los métodos de adiestramiento que mejor funcionan con él.

Los amantes de la estética del lobo están de enhorabuena pues, su particular look, sus colores y su mirada van a cautivarles desde el primer momento. Un perro que en sus inicios fue militar y que hoy hace las delicias de muchas familias.

Origen

Esta raza, que no solo comparte la hermosura del lobo sino también bastantes de los aspectos de su conducta, es el resultado de ciertos cruces llevados a cabo entre Pastores Alemanes y Lobos de los Cárpatos. Unos cruces que se efectuaron en la antigua Checoslovaquia y que comenzaron en torno a 1955, con el objetivo de mejorar los perros que se utilizaban como guarda y defensa de su ejército.

Las carencias de estos perros hicieron que se creara una raza que superara las deficiencias que presentaban, especialmente en lo relativo a la falta de resistencia física y climatológica.

Para conseguirlo, no dudaron en cruzar el Pastor Alemán, como raza que mejores resultados arrojaba en el momento, con el Lobo de los Cárpatos, considerada la raza más fuerte y resistente de la zona.

Tras una rigurosa selección, se logró obtener lo mejor de ambas razas sin perder un ápice de su asombroso parecido con el lobo. Ello no quiere decir en absoluto que la que traemos entre manos no sea una raza auténticamente canina, pues la última vez que un lobo intervino en la línea de cría fue en 1983.

El primero de los cruces aceptables fue el que se efectuó entre una Loba de los Cárpatos llamada Brita y un Pastor Alemán llamado Cesar Z Brizoveho haje, naciendo la primera camada el 25 de mayo de 1958. La misma fue todo un éxito, pues la mayoría de los cachorros se consideraron válidos para procrear y continuar con la cría.

El reconocimiento oficial del Perro Lobo Checoslovaco llegó en el año 1982. Para entonces, definitivamente, se había conseguido un perro con las mejoras deseadas, es decir, resistente al frío y a la fatiga, con mayor potencia y capacidad de ataque, con mejores cualidades auditivas y olfativas y muy fiel al líder.

Por si todo esto fuera poco, se trataba de una raza domesticable con gran capacidad para aprender. Se había conjugado lo mejor de ambas líneas, potenciando las capacidades deseadas y minimizando las indeseadas. A ello se unía que se pudo conservar la imponente apariencia de lobo, lo que suponía un elemento disuasorio adicional. Nunca antes hubo en la zona una raza tan fuerte, temeraria y fiel, que pusiera toda su voluntad en la defensa, tanto de la manada como del territorio.

Características y rasgos físicos

Cruzar Pastores Alemanes con Lobos y obtener una descendencia híbrida, a su vez fértil, fue una idea que permitió que hoy podamos disfrutar de este perro con un cuerpo alto y fuerte, notablemente parecido a un lobo. Su estructura es casi cuadrada, debido a que es más largo que alto, siendo la relación entre la longitud de su cuerpo y su altura a la cruz de 10:9…

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Su altura a la cruz alcanza los 65 centímetros y su peso oscila entre los 26 y los 31 kilos. Su evidente parecido con el lobo radica en lo ágil y compacta que es la forma de su cuerpo, en los tonos de su pelaje e incluso en la máscara facial que lucen los lobos.

Su cabeza es la que mayor similitud le proporciona con el lobo, al ser la típica de los perros lupoides, o sea, con forma de cuña truncada. Sus ojos son pequeños, de color ámbar y se encuentran inclinados. Su nariz es ovalada y pequeña.

Sus orejas, típicamente lobunas, son triangulares, cortas, delgadas y erectas. Sus patas son fuertes y largas. Su cola cuelga mientras se encuentra relajado. Es de inserción alta y también recuerda a la de un lobo. Cuando entra en acción, la levanta y la exhibe curvada de modo ligero, en forma de hoz.

Su movimiento cuando trota es armónico y ligero y hay quien dice que es “como si flotara”, lo que hace que cuente con el más óptimo balance energético entre caminar y correr. Gracias a ello, su velocidad punta es también muy alta, economiza energía y recorre grandes distancias.

Color y pelaje

El pelo de este moderno perro recuerda su linaje salvaje. Recto y adherente, cuenta con un pelaje de invierno y con otro de verano. Mientras que el de invierno lo compone una lanilla interna muy densa, a la que se une la capa externa, cubriendo por completo el cuerpo del perro, el de verano es mucho más liviano. Con este dato te advertimos que esta raza va a tener un mínimo de dos mudas al año.

Su color por excelencia es el gris, que puede ir del gris oscuro, al gris plateado, pasando por el gris amarillento. Su máscara, también característica del lobo, es más clara, igual que ocurre con el pelo que puebla la zona de su cuello y de su pecho.

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Temperamento

Valiente, activo, juguetón e independiente. Así es el Perro Lobo Checoslovaco, que presume de un fuerte temperamento al que deberás poner freno con una educación firme. Este dócil y fiel animal, que ladra poco, tiene la facilidad de asimilar rápidamente las órdenes.

Su forma de divertirse es un auténtico espectáculo, pasando gran parte del tiempo jugando y, cuando hay más de uno, mordisqueándose entre sí como si estuvieran peleando. Ahora bien, cuando la situación lo requiere, se vuelven maduros y serios.

Desde el principio te estamos advirtiendo de que su carácter no es demasiado convencional. Este perro desciende de lobos y, como tal, su temperamento está tremendamente marcado por la jerarquía, un concepto que siente con mucha intensidad.

Devoto de su dueño, procura no perderlo de vista y estar muy pendiente de él, por lo que no te extrañe si adoptas uno de estos ejemplares y te sientes observado constantemente en su presencia. Su inteligencia le permite la rápida toma de decisiones. En él vive un animal muy parecido a los antiguos perros pastores, que se someten por completo a la voluntad de su dueño cuando este se encuentra presente pero, cuando está solo, toma sus propias decisiones sin vacilar un segundo.

Con los extraños se muestra reservado y algo tímido en ocasiones pero, por ejemplo, actúa de un modo muy distinto si uno de ellos entra en el jardín y su dueño está presente o no. En el primer caso, va a mirar a su dueño y a imitar su conducta. Es decir, si percibe que es un amigo, el animal va a relajarse. Si la misma situación la vive solo, él va a valorar si el extraño es una amenaza o no para su familia, actuando en consecuencia.

Como el perro inteligente que es, no solo precisa ejercicio físico, sino también estímulo mental para alcanzar el equilibrio emocional. Los retos mentales le encantan y pensar parece ser lo suyo.

Su apariencia física puede confundir, en el sentido de parecer que se trata de un perro agresivo, lo que para nada se corresponde con la realidad. A este can no le gustan los conflictos y procura no buscarlos. Otra cosa es que le provoquen o ataquen, en cuyo caso va a pelear y jamás huir, pues su valentía no se lo permitiría.

Un aspecto que no puede dejarse a un lado es que esta raza es descendiente directa de lobos y, por tanto, son perros que tienen una ventana de socialización bastante más reducida. Si a ello le unimos que cuentan con intensos instintos cazadores, el resultado es un can que requiere especialmente una temprana socialización que le permita no tener problemas ante la presencia de otros animales y personas.

Algunos propietarios de Perros Lobos Checoslovacos se desesperan un poco durante la primera etapa de vida del mismo. Hay que partir de la base de que estamos ante un animal que va a necesitar mucha actividad y un buen entrenamiento. Lo más probable es que tienda a ponerte a prueba en muchas situaciones, haciendo que tus nervios afloren, así que no vas a tener más remedio que armarte de paciencia.

En su etapa de juventud, de los 2 a los 4 años, este can va a necesitar mucha atención. Igual te parece que su comportamiento es “un poco salvaje”, pero no temas porque ese no va a ser su carácter definitivo. En cierto modo, ese período es equiparable al de la “edad del pavo” de los humanos .Una vez cumplidos los 4 años, ya estarás ante un perro adulto que en casa comience a ser más tranquilo.

Su gran tamaño aconseja la convivencia en una casa con jardín, pero si vives en un apartamento, este perro podrá adaptarse siempre que le compenses adecuadamente, sacándolo más al aire libre a realizar ejercicio.

Relación con otras mascotas

Igual que sucede con muchas razas, una temprana socialización jugará un papel fundamental en la posible convivencia del Perro Lobo Checoslovaco con otras razas de diferentes especies. Ello no es óbice para, que como en el caso de algunos Huskys Siberianos, no sean algo impredecibles ante la presencia de un gato u oveja que no conozca y que llamen su atención.

Relación con los niños

La cuestión de la tolerancia que muestra un perro de esta envergadura con los niños es uno de los factores esenciales para los padres a la hora de decidir si adoptar o no al animal. Esta raza es, por lo general, bastante buena con los niños.

Muy pacientes con los más pequeñines de la casa, no suelen tener mayor inconveniente en soportar sus travesuras y juegan mucho con ellos, lo que supone una gran tranquilidad para los progenitores.

Cuidados básicos

El cuidado de cualquier animal que adoptes es una obligación que habrás de asumir durante toda la vida del mismo, por lo que es crucial que antes de tomar tal decisión, medites convenientemente sobre el compromiso que vas a adquirir y sobre si la raza que tienes pensada es compatible con tu estilo de vida.

Como curiosidad podemos añadir que mientras unas personas los eligen como perros de compañía, para otras son grandes perros de trabajo, que desempeñan con tenacidad labores de pastoreo y vigilancia. Por último, también existen criadores de Perros Lobos Checos de belleza, que suelen ser algo más pequeños y menos atléticos que los de trabajo.

Alimentación

El Perro Lobo Checoslovaco tiene un promedio de vida de 12 a 16 años, lo que le sitúa como una de las razas de perros grandes más longeva. Que alcance tal edad e incluso que la supere depende, en gran medida, del tipo de alimentación que reciba, por lo que te aconsejamos que no escatimes económicamente en este concepto.

Elige para tu canino amigo un pienso seco de alta gama que cubra al máximo sus necesidades nutricionales y procura que siempre tenga agua fresca a su alcance, con la que saciar su necesidad de beber a menudo, debido a su alto nivel de ejercicio.

Higiene

Entre el amplio repertorio de responsabilidades que cualquier dueño de perros asume se encuentra el de mantenerlo limpio. Un hábito que no solo agradecerá el animal sino también el resto de la familia, al facilitar la convivencia.

Higiene dental

Muchos son los dueños que todavía no han tomado conciencia de la extrema importancia que tiene la limpieza bucodental de sus perros al objeto de evitarle enfermedades, tanto leves como graves.

Acostumbra a tu Perro Lobo Checoslovaco al cepillado dental desde cachorro, para lo que vas a poder valerte de la multitud de artículos que el mercado pone a tu disposición, y le estarás regalando a tu querido amigo calidad de vida.

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Baño y secado

Aunque todos los perros precisan cuidados, obviamente algunos, como el Perro Lobo Checoslovaco, son más sencillos de tener en perfecto estado, al no necesitar tanto acicalamiento.

Tendrás que bañarle ocasionalmente cuando comiences a ver que está sucio, lo que es probable que suceda cada 6 u 8 semanas, con un champú específico para su tipo de pelo.

Cepillado

El pelo de estos perros puede representar un auténtico problema para las personas a las que les encante tener la casa impecable y, ni que decir tiene, para las que sean alérgicas al pelo de perro, que deberán inclinarse por una raza hipoalergénica.

Mientras su pelo de verano es bastante simple de cuidar, bastando para ello con cepillarlo dos veces por semana, el de invierno ha de cepillarse más frecuentemente, mejor si puede ser a diario. Estos momentos son extraordinarios para afianzar el vínculo emocional con tu mascota, pues la intimidad invita a ello.

Vacunas y tratamientos antiparasitarios

Una vez que adoptes a tu perro, has de llevarlo al veterinario con el fin de que le efectúe un chequeo a fondo, le instale el chip y elabore su calendario de vacunaciones, que deberás observar rigurosamente para estimular su sistema defensivo o inmunitario, haciéndolo más fuerte ante enfermedades provocadas por microorganismos del estilo de los virus y las bacterias.

Tampoco te olvides de los parásitos que anidan en las mascotas, como garrapatas, pulgas y gusanos intestinales, para lo que deberás colocarle las pipetas o collares antiparasitarios que los mantiene alejados de su organismo y que venden en tiendas especializadas.

Enfermedades más comunes

Por norma, el Perro Lobo Checoslovaco goza de una excelente salud, fruto quizás de la diversidad genética que se desprende del cruce entre canes y lobos. También puede que la buena selección haya jugado a su favor. El caso es que habitualmente estos perros no dan muchos quebraderos de cabeza a sus abnegados dueños en lo que se refiere a su salud.

Ello no quiere decir que no desarrollen en ciertas ocasiones algunas dolencias como la displasia de cadera, un mal que puede llegar a ser grave y que es típico de los perros grandes. En cualquier caso, nuestra recomendación es que, ante cualquier síntoma de que algo no va bien en la salud de tu perro, consultes a la mayor brevedad con el veterinario.

Adiestramiento

Evidentemente el Perro Lobo Checoslovaco no es una raza para cualquier dueño y tan solo es recomendable para personas con experiencia anterior en perros y que, por tanto, comprendan su comportamiento. También han de tener destreza con perros activos y buscar un perro inusual y peculiar. Por último, han de contar con bastante tiempo para compartir con este can, pues esta raza necesita sentirse muy acompañada.

Otro aspecto que has de tener muy en cuenta cuando vayas a adoptar a este perro es que no es apto para propietarios con hábitos de vida sedentarios. Este can tiene la misma constitución física que un lobo, pudiendo recorrer distancias que alcanzan los 100 kilómetros. Todo un campeón al que seguro que no imaginas pasando la mayoría del tiempo en el salón de su casa, a los pies de su amo.

Compañero ideal de los deportistas, su enorme resistencia le hace proclive a ser tu acompañante para practicar deportes cuyo origen está en el mushing. Cuando está corriendo efectúa saltos atléticos con los que salva los obstáculos que va encontrando por el camino.

Si algo les gusta a estos perros es salir a pasear por la naturaleza, lo que para ellos actúa como una especie de analgésico con el que se libran de gran parte de su estrés acumulado. Dar largos paseos por el campo, en los que podrán olfatear y explorar con relativa libertad todo aquello que les rodee, será fundamental para ellos. De todos modos, no tienes nada que temer pues no van a tender a alejarse de tu lado. No en vano, tú ya eres parte de su manada lo que les hace activar su legendario “mecanismo de fidelidad”.

De hecho, como ya hemos indicado, la impresionante fidelidad del Perro Lobo Checoslovaco merece un capítulo aparte, ya que le hace crear un fortísimo vínculo con su dueño, al que va reconocer como el miembro Alpha, jerárquicamente superior en la manada que para él supone ahora su familia de adopción. En cuanto a los restantes familiares, los considera también miembros de la manada y como tal, va a defenderlos hasta las últimas consecuencias.

Cuando el Alfa es bueno, lo reconocen y acatan todas sus órdenes, pues ellos necesitan que se les impongan normas que poder cumplir. Que el líder les preste atención es fundamental para estos canes, pues ejerce un efecto de seguridad y confianza que les transmite tranquilidad, ganándose todo el respeto del animal, creando con él un estrecho vínculo físico y emocional.

Cuando el Alfa es malo, el can no va a tolerar bien los castigos físicos ni el desmesurado abuso de poder, pues hemos de recordar que la mayoría de razas de perros no están por la labor de soportar los estrictos métodos de adiestramiento tradicionales, respondiendo mucho mejor al refuerzo positivo.

Si cualquier perro necesita un dueño firme, constante, seguro de sí mismo y coherente que le haga creer que es un líder digno, el Perro Lobo Checoslovaco aún más, por lo que procura no mostrar fisuras en tu comportamiento que tu noble amigo interprete como signos de debilidad. Piensa que entonces el can querría asumir el liderazgo de la manada, con los consiguientes problemas de convivencia que ello acarrearía.

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