Doberman: Alimentación, Salud, Higiene y Cuidados

La raza canina que conocemos como doberman, que también se denomina “doberman pinscher” es relativamente moderna. En las últimas décadas este perro se ha visto envuelto en innumerables polémicas que le apuntaban como un animal violento, debido a ciertos incidentes aislados, cuando lo cierto es que su carácter suele ser de lo más equilibrado.

Como sucede con tantas otras razas, en la mayoría de las ocasiones, un comportamiento inadecuado por parte de un doberman suele estar avalado por un dueño descerebrado e inconsciente que no calibra el peligro de sus actos.

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Todo lo que deberías saber sobre el Doberman

Si hay una característica que defina bien a un dóberman esa es la elegancia. Además, este animal suele mostrarse muy afectuoso y es un claro ejemplo de los exitosos programas de cría llevados a cabo en Alemania hace 100 años y que fueron fruto de una ardua labor.

Una raza siempre alerta, con recursos y obediente, cualidades que convierten a sus ejemplares en excelentes perros de compañía así como de servicios en todos los rincones del mundo. La cría indiscriminada es la que puede presentar dobermanns nerviosos que muerdan por puro miedo mientras que, en la otra cara de la moneda, los criadores profesionales están en situación de garantizar que sus cachorros no son ni asustadizos ni agresivos.

Origen

El doberman debe su nombre a Karl Friedrich Louis Dobermann, un alemán que simultaneaba diversos empleos como los de recaudador de impuestos, encargado de la perrera y empleado en el matadero.

Era habitual que este hombre hubiera de transportar grandes sumas de dinero a través de los bosques de Turingia, con el consiguiente peligro de atracos. Para evitarlo, se le ocurrió rodearse de unos perros valientes y fuertes que disuadieran a los potenciales asaltantes.

Allá por 1885 pudieron apreciarse los primeros ejemplares. El cruce exacto que utilizó para conseguir el doberman no se conoce, pues su técnica fue absolutamente rudimentaria y de ella no queda ninguna constancia escrita. Se especula con el hecho de que la mezcla de perros como el Rottweiller, el braco de Weimar, el Pinscher o el Manchester terrier fue la que dio lugar a la intrépida raza de la que estamos hablando.

La fama de estos perros subió pronto como la espuma, interesando a los cinófilos, que quisieron seguir mejorando la raza. Se le atribuye a Otto Güller el mérito de, a través de la selección de las razas y el aporte de sangre Black and Tan, haber conseguido un tipo uniforme dotado de mayor finura y elegancia.

Este can hizo las delicias de los gendarmes de Turingia desde el primer momento, por lo que durante mucho tiempo se le llamó perro de gendarmen, prestando valiosos servicios a las tropas alemanas durante las dos contiendas bélicas mundiales.

Popular en toda Europa, se le dio a conocer también en África del Sur, Malasia y Uruguay, siendo presentando por primera vez en 1917 en Lyon. Si hay algo que ha cautivado el doberman durante generaciones, ha sido la imaginación de innumerables personas, si bien hoy en día su popularidad ha decrecido.

Características y rasgos físicos

Con una altura a la cruz de entre 65 y 69 centímetros y un peso que oscila entre los 35 y los 45 kilos, esta raza se corresponde con un perro grande, de apariencia imponente y una mirada de la que suele decirse que no deja a nadie indiferente. Al mismo tiempo es un can fuerte, musculoso y atlético

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Tradicionalmente sus orejas eran cortadas de cachorro, para que quedaran levantadas de forma puntiaguda. Lo mismo sucedía con su cola, que le era amputada. Afortunadamente, estas crueles prácticas están prohibidas a día de hoy en muchos países.

Su cabeza es larga, huesuda y bien proporcionada, con aspecto de cuña cuando se la observa desde arriba. Su cara es recta y moderadamente convexa. Su nariz es notablemente más ancha que redonda, siendo negra en perros negros y más clara en perros marrones. Sus fosas nasales son grandes. Sus mejillas son aplastadas y sus labios bastante hendidos. Su hocico es profundo y muy desarrollado y su apertura bucal llega casi hasta los molares. Su dentadura es fuerte y sólida.

Su cuerpo es largo y enjuto, con un lomo sólido y corto y un vientre bien marcado. Sus mulos son angulosos y anchos, con músculos salientes y fuertes. Sus pies son arqueados, cortos y cerrados.

Color y pelaje

Su pelo es corto, apretado y áspero. No creas aquello que dicen de que el dóberman no pierde pelo, pues la realidad es que sí lo pierde. Sus colores son negro y fuego, azul y fuego y castaño y fuego. Al doberman no le van bien los climas excesivamente fríos dado lo corto de su pelaje.

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Temperamento

Este increíble perro de compañía, que tampoco tiene precio en seguridad y como perro policía, es fiel, valiente y cuenta con un buen olfato. Ardiente y vivo a la hora de combatir, el doberman no vacila en defender a su amo, por lo que con los extraños se muestra desconfiado.

Como curiosidad te diremos que también ha sido utilizado como perro lazarillo, si bien en este terreno se ha visto aventajado por perros como el labrador o el pastor alemán.

Dominante, altivo y con fuerte carácter es también un perro sensato que siente un gran apego por sus dueños. Su alto instinto de protección del territorio es también muy conocido, por lo que es un magnífico perro de vigilancia, muy observador y con una gran memoria.

Este perro es muy cariñoso y sociable con sus dueños, ya que con los suyos es todo ternura. A la par, al ser animales activos, vigorosos y algo excitables, siempre están en estado de alerta, adaptándose mejor a casas que cuenten con amplios espacios que a otras más reducidas.

De todo lo dicho, podrás deducir que este can poco tiene que ver con la imagen de “perro asesino” con la que se ha asociado, incluso en el cine, a su cuerpo poderoso y compacto. Ríos de tinta han corrido dando versiones, en ocasiones estrafalarias y rocambolescas sobre esta especie canina.

Sin ir más lejos, de los dobermanns se ha comentado que su cerebro crecía a mayor velocidad que su cráneo, lo que les provocaba unos impresionantes dolores que les transformaban en seres agresivos por naturaleza. Una segunda versión sería aquella que dice que, a partir de los dos años, estos animales perdían el olfato atacando sin pudor a sus dueños.

Estas ridículas tesis no tienen la más mínima evidencia científica y lo único que puede afirmarse al respecto es que en alguno de estos animales se han detectado episodios puntuales de agresividad, como ocurre con ejemplares de otras muchas razas caninas.

Algo que sí puede decirse de esta raza es que en ella el macho tiene más desarrollado el sentido de perro guardián que la hembra, pues esta es algo más llevadera y mansa, aunque igualmente sirve para la guardia, desarrollando su labor con celo.

Otra particularidad del doberman es que para este perro solo parece existir el “sí” o el “no”, sin conocer las “medias tintas”. Para este resuelto animal, las cosas se hacen o no se hacen, por lo que es muy obediente y se vuelve feroz una vez comenzado el ataque.

Como no podría ser de otra manera, un dóberman necesita quemar energía para encontrarse feliz, por lo que deberás sacarle al menos dos veces al día a dar largos paseos que le ayuden a canalizar la energía acumulada.

Lo ideal es darle un paseo mañanero, dado que en ese momento han pasado muchas horas desde la última vez que el animal salió el día anterior. Por la tarde sería estupendo que pudieras volver a sacarle aproximadamente una hora, propiciando la posibilidad de que juegue con otros congéneres en zonas como parques. Si aparte tienes tiempo para sacarle, aunque sea poco rato, al mediodía, tu doberman te lo agradecerá sobremanera.

En el caso de que tengas un cachorro de esta raza deberás derrochar paciencia para lograr que se desarrolle correctamente. Con él no van a ir las prisas y, hasta que llegue a una edad más avanzada, no es aconsejable que le obligues a seguir ejercitándose si le notas cansado. La natación es posible que le encante, afición que mantendrá con el paso del tiempo.

Aparte de los paseos, tu doberman va a requerir de ser ejercitado, por lo que cada vez que le saques de paseo, deberías buscar una zona segura por la que pudiera correr a sus anchas. De este modo, sus largas y estilizadas patas realizarán el ejercicio que precisan. Juega con él como forma de ejercitarle, usando una pelota o cualquier otro juguete similar. Los amantes de la bicicleta o del running también encontrarán en este perro al mejor acompañante en tales actividades.

Aprovecha los fines de semana para las actividades al aire libre con tu doberman. Llévalo de excursión, a casa de esos amigos que tienen un gran jardín, a la playa o a cualquier lugar donde pueda acompañarte, a sabiendas de que su buena educación canina no va a dejarte en evidencia.

Relación con otras mascotas

Si eres de esas personas a las que les gusta tener varios animales en casa o simplemente temes la forma en la que tu doberman va a actuar cuando se cruce con otro perro por la calle, acude a la socialización como tu mejor aliada para integrarle en tu entorno.

Relación con los niños

La temprana socialización es también la clave para que un perro tenga voluntad de aceptar a un niño. Cuanto más pronta sea su adopción (en torno a las 8 o 10 semanas), su adaptación será mucho más sencilla. Un ejemplar que se adopte de adulto y que haya desarrollado un desagrado o desconfianza hacia los niños, será más problemático.

Con la adecuada socialización de joven, el doberman considerará a los niños de la familia como miembros muy valiosos de la misma y se acostumbrará a ellos al mismo tiempo que comience a desplegar su naturaleza protectora.

Cuidados básicos

Un dueño lógico sabe que la decisión de llevar a un animal a vivir a su casa entraña una serie de responsabilidades diarias que deben ser atendidas. Por eso, las personas a las que apenas les queda tiempo libre después de sus trabajos, o aquellas a las que les guste desarrollar una vida social intensa sin ataduras, no son las ideales para adoptar un animal que, como en el caso del doberman, requiere un mínimo de cuidados que hagan que alcance su promedio de vida (entre 10 y 13 años) en las mejores condiciones posibles.

Alimentación

El de la nutrición es un factor determinante tanto para la salud como para la apariencia de cualquier animal, debiéndose respetar las específicas necesidades de cada una de las razas.

En el caso de los dobermanns, de cachorros, precisan los mismos cuidados que cualquier otra raza más alguno especial, como que el cachorro no coma al mismo nivel del suelo. Es fundamental que su cacharro de comida se sitúe al nivel de los hombros para que, una vez alcance su etapa adulta, los codos no queden abiertos.

De adultos, los dobermanns han de seguir una alimentación equilibrada que ayude al desarrollo físico de esa etapa. En torno a los dos años de edad se considera que un ejemplar de esta raza alcanza su madurez mental, pasando a ser un compañero fiable, tranquilo y apacible.

Aliméntale con un buen pienso seco de calidad para razas grandes que cubra sus necesidades nutricionales y estarás contribuyendo al necesario equilibrio físico y mental de este poderoso animal.

Higiene

Si quieres evitar que tu doberman presente un tacto graso o te llene la casa de pelos, no solo deberás tenerlo bien alimentado sino además limpio. Pese a ello ya te adelantamos que esta raza no necesita grandes atenciones para estar aseada.

Mantén siempre sus uñas bien cortadas. Recuerda que las patas de tu doberman son largas y están provistas de grandes nudillos. Por ese motivo, las uñas no deberían crecer demasiado, ya que tenderían a deformarse. Ve cortándoselas poco a poco y adquirirá esta costumbre que deberá afrontar con frecuencia.

Si te es más fácil, hazte con un cortador de uñas especial para perros y presta atención en cortar la uña de una forma limpia. Puedes emplear igualmente una lima especial, que quizás te resulte más sencilla para mantener sus uñas bien alineadas. Prémiale con cada corte o limado por haberse portado bien.

Higiene dental

Una adecuada alimentación incide también positivamente en la higiene bucodental de tu perro. Da los pasos correctos y sus dientes y encías van a permanecer sanos por más tiempo. Por si esto fuera poco, su aliento será más agradable, al no sufrir halitosis.

A todo ello también debes añadir un cepillado dental periódico que quizás no agrade a tu doberman, pero al que deberás acostumbrarle desde cachorro. Utiliza productos específicos para la higiene bucodental canina y su dentadura estará limpia, fuerte y saludable.

De seguir todos estos pasos estarás disminuyendo no solo la posibilidad de que tu perro sufra la preocupante enfermedad periodontal (causante de la pérdida de piezas dentales), sino también de que enferme del corazón, del hígado o del riñón, dolencias asociadas a una insuficiente higiene de la boca.

Baño y secado

Un doberman bien alimentado y cuyo pelo se cepille regularmente no ha de ser lavado con frecuencia. En cualquier caso debes esperar un mes entre baño y baño, pues si lo haces antes te expones a que su piel se reseque, como consecuencia de la reducción de los aceites naturales de su pelaje. Utiliza un champú suave específico para su tipo de pelo y enjuaga a conciencia a tu noble amigo.

Es posible que en ocasiones tu mascota desprenda mal olor estando suficientemente aseada. Entonces deberás prestar atención a otros factores como el de la alimentación de la misma, hasta dar con la razón de tan desagradable olor.

Observa también si su piel se enrojece o se seca. Un pelaje fino u opaco también ha de ser objeto de una visita al veterinario para que establezca sus casusas, pues podría estar debido a un problema de hipotiroidismo, entre otros.

En los meses más fríos, no permitas que tu doberman salga al exterior aún mojado, pues podría constiparse. Cuando le saques del baño, ayúdate de un buen secador eléctrico en el que seleccionarás una temperatura moderada. Cuando le hayas secado, utiliza un cepillo de cerdas naturales con el que conseguirás un aspecto lustroso.

Cepillado

Cepillar un par de veces por semana a tu doberman es la manera correcta de mantener su manto limpio y libre de pelo muerto, lo que hará que brille y muestre su mejor apariencia. Si le cepillas con una manopla con frecuencia, lograrás que precise menos baños. En la época de muda, deberás cepillarle a diario evitando así el derrame masivo de pelos.

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Vacunas y tratamientos antiparasitarios

Hasta el perro más sano precisa que su dueño siga rigurosamente el calendario de vacunaciones que para él establezca el veterinario. Administrarle a tu doberman las vacunas pertinentes equivale a prevenir en su organismo el desarrollo de determinadas enfermedades infecciosas.

Estimula mediante vacunas su sistema inmunitario o defensivo frente a concretas invasiones por microorganismos, como bacterias y virus que causan las enfermedades. Una vez lo hayas ello, disminuye el peligro de que el perro se exponga al microorganismo, pues su sistema inmunitario va a estar listo para prevenir la infección o para reducir la gravedad de la enfermedad.

Pulgas, garrapatas y gusanos intestinales son igualmente algunos de los parásitos que pueden poner en grave riesgo la salud de tu mejor amigo. Evítalo colocándole las pipetas y collares antiparasitarios que encontrarás en el mercado.

Enfermedades más comunes

El doberman es una raza muy sana pero que, como cualquier otra, puede verse afectada por determinadas patologías como los problemas cutáneos que provocan hongos y parásitos o las reacciones alérgicas.

Tampoco está a salvo esta raza de sufrir enfermedades cardíacas u otras dolencias como la enfermedad de von Willebrand, el hipotiroidismo o el síndrome del “dobermann azul”, que es un problema de alopecia asociado a los doberman azulados, que ya al nacer presentan calvas en varias partes de su cuerpo, no teniendo cura pero sí pudiendo ser mejorada con el tratamiento adecuado.

Adiestramiento

Educar a un doberman resulta simple, ya que se trata de un perro muy inteligente que aprende todo aquello que quieras enseñarle, siempre que le trates con cariño y rehúses utilizar métodos violentos. No faltes al respeto a sus extraordinarias cualidades y utiliza con este insigne perro el refuerzo positivo, técnica que arrojará unos resultados asombrosos.

Eso sí, lo primero que has de hacer es establecer unas normas explícitas desde el primer día, dejándole meridianamente claro lo que puede hacer y lo que no. Del doberman va a sorprenderte mucho que, al contrario de lo que sucede con la mayoría de razas caninas que necesitan una serie de repeticiones para entender lo que se espera de ellas, esta raza cada día da más muestras de que le es suficiente con que le enseñes un concreto ejercicio una sola vez para asimilarlo correctamente.

Quizás estés pensando que esta virtud puede convertirse en un arma de doble filo, ya que a la hora de enseñarle cualquier cosa a tu perro debes hacerlo correctamente desde el principio, pues luego será muy difícil que enmiendes tu error. No le permitas subirse a tu cama desde cachorro, por ejemplo, si de mayor no vas a permitírselo.

Confía en que se trata de un perro que va a sentirse dichoso complaciéndote y haz de él un formidable aprendiz que actuará con sumo gusto, por lo que te pondrá las cosas muy fáciles en ese sentido.

Por último comentar que, por ridículo que parezca, el doberman va a estar considerado como Perro Potencialmente Peligroso en unas localidades o comunidades autónomas mientras que en otras no, por lo que habrás de estar al tanto de la normativa existente en el lugar en el que residas, al objeto de no cometer infracciones.

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