Perros Corgi: todas las características sobre higiene, salud, alimentación o adiestramiento de esta raza

Existen dos tipos de corgi galés: el Cardigan y el Pembroke. Las diferencias básicas entre ambos radican en que el pembroke tiene las patas más rectas y el cuerpo menos largo. La cabeza es en forma de cuña y sus orejas destacan por pequeñas y unidas. El Cardigan sobresale por su larga cola, que es prácticamente inexistente en el Pembroke.

Del corgi galés o welsh corgi, viendo su aspecto pequeñín y rechoncho, poco hace pensar que fue creado como perro de trabajo y granja. Pese a todo, fíjate en que sus patas son cortitas pero su cuerpo es fornido y recio.

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Todo lo que deberías saber sobre el Corgi

El Pembroke corgi es descendiente de perros de ganado y se hizo muy popular al ser elegido como la mascota de la familia real británica en 1935. Hoy en una de las razas más populares del mundo y goza de un enorme éxito en competiciones de belleza y obediencia en todos los puntos del planeta, lo que le ha valido su gran fama como perro de compañía.

En cuanto al Cardigan corgi, o el corgi con cola, es una de las más antiguas razas de Gales y suele aceptarse como el corgi original, también denominado el perro enano de Gales. Desde tiempo inmemorial, se viene utilizando como pastor de ovejas y vacas. Perro guardián donde los haya, destacó como buen compañero y amigo de los campesinos que vivían en las recónditas chozas de la montañosa región de Cardiganshire en Gales.

Origen

El perro corgi galés de Pembroke, que también es llamado Welsh Pembroke Corgi, es originario de las islas británicas, siendo una de las razas habitantes de estas islas con mayor antigüedad. Su origen es algo incierto si bien una de las teorías más aceptadas es que provienen de los perros celtas o perros de los visigodos. No en vano, el mismo término cor-gi significa en celta “perro enano”.

Otra teoría sería aquella que nos habla de que esta raza fue traída desde Flandes por trabajadores de la industria textil y por comerciantes, para ser criados en el suroeste de las islas, en Gales. Unos perritos que serían parientes de los teckel o “perros salchicha” y que se las ingeniaron como pocos para desarrollar con éxito las faenas de la granja y del pastoreo.

Con el ganado no podían ser más versátiles, al punto que una curiosidad que se les achaca es la de morder a las reses en los talones cuando se negaban a avanzar. En los tiempos más antiguos, esta raza fue cruzada indiscriminadamente y se les conocía simplemente como “corgis galeses”. Fue a raíz de 1930 cuando hicieron acto de aparición las dos variedades que hoy conocemos: el Pembroke y el Cardigan.

Pese a que su parentela es innegable, en la actualidad podemos hablar de dos razas diferenciadas con características físicas diversas. Eso sí, el corgi galés de Pembroke es la más conocida y más extendida de ambas razas.

Características y rasgos físicos

Con una altura a la cruz de entre 25 y 30 centímetros y un peso que oscila de los 10 a los 14 kilos, los perros corgi son unos animalitos de pata corta pero compactos y robustos…

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El corgi de Pembroke es vigoroso, destacando el tamaño de su cabeza en relación a su cuerpo. De él puede decirse que cuenta con una expresión alerta, una mirada inteligente y que sus orejas puntiagudas le confieren un aspecto zorruno.

Su trufa es de color negro. Sus ojos, redondos y bien colocados, son de tamaño mediano y normalmente de color castaño, en concordancia con el manto. Sus mandíbulas son fuertes y tienen una mordida en forma de tijera. Los cachorros nacen a veces con una cola muy corta, que otras veces ni siquiera tienen.

El corgi de Cadigan, menos popular que su primo canino, has de saber que cuenta también con un físico tan pequeño como resistente. Su cuerpo es más largo que alto y puede calificarse de rústico, con huesos gruesos y patas cortas pero fuertes.

Su cabeza también recuerda a la de un zorro, llamando la atención su trufa negra y algo sobresaliente. Sus ojos son medianos y expresan vigilancia a la par que gentileza. Aunque suelen ser oscuros, en los perros de color azul mirlo se aceptan los ojos azules. Sus orejas son grandes si se las compara con el tamaño de su cuerpo, y las lleva erguidas. Su forma es redondeada.

Si hay un rasgo físico que diferencia a un corgi de Pembroke de otro de Cardigan es la cola, que en el caso del segundo sí es moderadamente larga y algo parecida a la de un zorro, mientras que el primero o no tiene, o la tiene muy corta.

Color y subcapa

El corgi Pembroke puede presentarse en diversos colores como son el rojo, el leonado carbonado o el negro y fuego, pudiendo tener o no manchas blancas en el pecho, el cuello y los miembros. En ocasiones presentan también pequeñas manchas blancas en cabeza y frente.

En cuanto a su pelo, lo tiene moderadamente largo y liso. Su manto de cobertura lo forman una denso subpelo junto a una capa externa cuyo pelo es áspero y apretado, que funciona como un perfecto aislante natural contra las gélidas temperaturas de sus natales Islas Británicas.

El corgi Cardigan puede presentarse también en diversas tonalidades entre las que no debe destacar el blanco. En cuanto a su pelo, lo tiene largo o de longitud media, con un abundante subpelo que funciona igualmente como capa aislante contra las inclemencias meteorológicas. Este perro boyero tiene el pelo lacio y duro.

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Temperamento

Los corgi se caracterizan por ser unos perritos amigables y extrovertidos, obedientes y activos, nada agresivos ni nerviosos. Si algo les encanta es estar en familia y detestan pasar mucho tiempo solos.

Su inteligencia y su lealtad le llevan a desarrollar un gran instinto como de agrupar manada, por lo que no te extrañe que pretenda morderte en los talones con el propósito de conseguir que vayas donde él quiera, como antaño hiciera con las cabezas de ganado, lo que sin duda habrías de conseguir que dejara de hacer con el debido entrenamiento.

También se muestran alertas e inteligentes y, de modo contrario a como sucede con otros perros pastores, no tienen tanta necesidad de actividad física, bastándoles con ciertas dosis de ejercicio diario moderado. Su capacidad de adaptación es grande y este pequeñín será dichoso tanto en un entorno rural como en uno urbano.

Con los suyos tienen un comportamiento formidable mostrándose afectuosos, felices y siempre fieles. Sin embargo, con los extraños tienden a mostrarse esquivos. Por lo demás, ya hemos hecho referencia a que tienen una elevada necesidad de compañía, por lo que si vas a disponer de poco tiempo para dedicarle a esta mascota, deberías replantearte tu decisión.

Además cuando se sienten solos y aburridos, así como cuando están demasiado tiempo inactivos, se pueden volver destructivos, nerviosos y compulsivos, ladrando sin parar.

Todos los perros corgi se afanan al máximo en agradar a sus dueños, por lo que permanecerán muy pegados a ellos, siendo a la vez perros que se entrenan con facilidad y que responden perfectamente tanto a los sistemas de premios como a los entrenamientos en positivo. Pese a contar con bastante carácter, su nobleza les hace ser aptos para dueños con poca experiencia o primerizos. Por otro lado su carismática personalidad, hará que nunca te aburras mientras les tengas cerca.

Relación con otras mascotas

Inevitablemente, los siglos en los que han ido evolucionando como perros pastores han dejado huella en los perros corgi, que no son lo que se diría excesivamente amables con otros perros. Es más, incluso a veces pueden detectarse ciertos brotes de agresividad hacia el resto de sus congéneres, por lo que en este aspecto juega un papel primordial la socialización temprana.

Relación con los niños

El corgi es un perrito directo, franco, inteligente, cariñoso y extremadamente equilibrado, con una cierta tendencia al ladrido para hacerse el valiente, pero sabe también calmarse y estar tranquilo, por lo que puede ser un compañero estupendo para personas mayores y para niños, más aún si te decimos que les gusta hacer el payaso.

De su relación con los más pequeños de la casa puede destacarse su faceta protectora, por lo que a poco que el corgi considere a los niños como algo suyo, no podrán estar en mejores manos.

Como es lógico, la relación entre el corgi y los niños discurrirá por los mejores cauces siempre que los pequeños sepan respetar las necesidades de su mascota y le traten como lo que es, un ser vivo merecedor de todo respeto, por lo que es aconsejable que, de tratarse de niños muy pequeños, los juegos sean supervisados por un adulto.

Cuidados básicos

Los cuidados que reciba un perro desde cachorro es uno de los factores fundamentales para que alcance la máxima longevidad posible, que en el caso del corgi se sitúa entre los los 12 y los 14 años, con una buena calidad de vida.

Alimentación

La atractiva apariencia del welsh corgi, que le ha valido para pasar a formar parte de la “realeza canina”, ha hecho que los que antaño fueran humildes pastores, hayan alcanzado gran popularidad mundial.

Para que su aspecto irradie belleza y salud, nada mejor que proporcionarles una alimentación a base de un pienso seco de calidad de la gama adult, si bien mientras son cachorros han de recibir una nutrición similar pero elegida entre la gama junior.

Piensa que una óptima alimentación para un perro pequeño es aquella que sale de la combinación de diversos factores como son: la calidad de sus nutrientes y el tamaño y edad del animal. Las necesidades específicas de los todas las razas de perros y, en especial, perros de menor talla, requieren una dieta que favorezca un crecimiento rápido y que le proporcione al can la energía que su rápido metabolismo precise.

Un error garrafal que tienes que evitar a todas luces es el de alimentar a tu pequeñín como si fuera un humano. Ni siquiera debes caer en la tentación, por mucho que te haga sentir mal su mirada suplicante, de darle de comer la comida que te preparas para ti mismo, mucho menos si se trata de dulces.

Por su bien, evita esta costumbre y líbralo tanto de molestias digestivas como de déficits en su dieta. No te dejes cohibir por el hecho de que lo que les falta de tamaño, les sobra de carácter, pudiendo llegar a volverse extremadamente caprichosos, al punto que si los acostumbras a este tipo de “delicatesen”, luego no te va a ser nada fácil que quieran comer su alimento.

Higiene

Si la higiene de cualquier mascota es básica tanto por su propio bien como por el del resto de la familia, cuando tengas un perro pequeño aún deberás extremar más las precauciones, pues este tipo de canes son a menudo cogidos en brazos y suelen acabar también en el regazo de sus orgullosos dueños mientras ven la tele o llevan a cabo otras labores.

De todos modos, el corgi no es una raza que demande cuidados especiales, ya que a muchos de sus ejemplares ni siquiera hay que cortarles las uñas, debido a que se les desgastan naturalmente conforme van haciendo ejercicio.

Higiene dental

Los dueños de perros pequeños saben que, además, la correcta higiene bucal de estas razas es esencial para el normal desarrollo de la convivencia familiar. Nos estamos refiriendo en concreto a tratar de evitar los desagradables problemas de halitosis o mal aliento a los que dan lugar la acumulación de placa bacteriana y sarro en sus diminutas dentaduras.

En este sentido, lo mejor es prevenir y acostumbrar al pequeñín desde cachorro a cepillarle los dientes con asiduidad. Lo normal es que esta actividad no sea para nada de su agrado pero, al menos, si está familiarizado desde siempre con ella, pondrá menos impedimentos.

En el mercado encontrarás gran cantidad de productos a tu disposición para llevar a cabo el cepillado dental canino con menos esfuerzo, desde cepillos dentales específicamente diseñados para ellos, hasta pastas de dientes con sus sabores predilectos para que sean mejor toleradas por los canes, por lo que puedes hacer de todos estos artículos tus mayores aliados.

Otra buena idea es establecer para tu perrito un “sistema de recompensa” con el que premiar su buena conducta con galletitas y huesos de esos que se comercializan para mantener limpia su dentadura. En cualquier caso, tal sistema no debe suponer un aumento de la ingesta calórica de un calibre que pueda provocarle al animal un nada recomendable sobrepeso.

Baño y secado

Si hay algo cierto es que un perrito necesita poco para ser feliz, pues estos animalitos saben sacar provecho de cada momento, más aún si es en compañía de los suyos. Un buen momento para estar juntos es cuando llega la hora del baño de la mascota, que para algunos canes no es más que una obligación mientras que para otros supone todo un placer.

En el caso de los corgis no requieren un aseo especial, bastará con que los bañes una vez al mes. Cuando hayas terminado de hacerlo, sácalo de la bañera y retira con una toalla el exceso de humedad, para comenzar a continuación aplicando secador eléctrico a temperatura moderada.

Cepillado

El corgi ha de ser cepillado un par de veces por semana al objeto de retirar el pelo muerto con un cepillo de cerdas duras. Lo normal es que esta raza vaya soltando algo de pelo a diario, salvo en la época de muda, que ocurre dos veces al año, en las que la muda del pelaje es copiosa, necesitando un cepillado diario.

Vacunas y tratamientos antiparasitarios

Mantén a tu perro a salvo de enfermedades que pueden ser de leves a moderadas cumpliendo estrictamente con el calendario de vacunaciones que el veterinario establezca para él desde cachorro. Tampoco permitas que le ataquen pulgas, garrapatas ni gusanos intestinales, para lo que será suficiente con que les coloques las pipetas y collares antiparasitarios que el mismo profesional te indique.

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Enfermedades más comunes

El welsh corgi es un perro fuerte con tendencia a sufrir sobrepeso, en cuyo caso será propenso al padecimiento de problemas a nivel de dorso y articulaciones, dada la estructura de la raza. De hecho, la osteoartritis que les suele causar el exceso de peso, reduce tanto su esperanza como su calidad de vida. A estos efectos, tampoco les conviene hacer ejercicios de fuerte impacto ni andar subiendo escaleras.

Otras dolencias que suelen afectarles son las siguientes:

  • Displasia de cadera. A ella da lugar un mal ajuste entre el acetábulo de la cadera y la cabeza del hueso del fémur. Esta condición tiene la posibilidad de ser aliviada a través de cirugía, si bien hay que tener presente que un perrito con displasia puede generar cachorros con el mismo padecimiento.
  • Enfermedad degenerativa del disco. El problema aparece cuando el disco en su totalidad o una parte del mismo se desplaza de su posición normal para sobresalir en el canal espinal. Una dolencia que puede estar causada por un trauma o carecer de causa aparente.
  • Un alarmante trastorno compulsivo cuyos episodios se dan sin previo aviso para terminar de la misma forma, pudiendo durar de segundos a minutos y asustando mucho a sus dueños.
  • Entropión. Un problema del párpado que lo gira hacia adentro, apareciendo pestañas en el borde del mismo lo que, como mínimo, irrita la superficie del globo ocular.
  • Enfermedad de Von Willebrand (VWD). Un trastorno que cursa con hemorragias y se caracteriza por tiempos de sangrado algo prolongados. Es hereditario y no está ligado al sexo.
  • Atrofia progresiva de retina (PRA). Un grupo de enfermedades que conllevan el deterioro gradual de la retina. Comienza con ceguera nocturna por parte del perro, para terminar con fallos en la visión diurna.

Adiestramiento

Aparte de ser un extraordinario perro de compañía, es frecuente encontrar ejemplares de welsh corgi participando en operaciones de detección de drogas, gracias a su impresionante olfato, así como llevando a cabo labores de asistencia ya que es un gran perro de terapia, que se encarga de hacer compañía a minusválidos, niños y ancianos, a los que les transmite su alegría.

No olvides que este perrito es todo corazón y está capacitado para hacer sentir las mejores vibraciones a quienes necesitan un aliciente para seguir viviendo. Esta raza destaca por méritos propios en el campo de la obediencia deportiva., dado que su afán es hacer gran cantidad de cosas que agraden a su propietario.

A la hora de enseñarle, ha de trabajarse con constancia y criterio, empleando las técnicas de entrenamiento de refuerzo positivo, que optan por premiar las buenas conductas y actuar con indiferencia ante los comportamientos indeseados. Al recompensar sus progresos, el corgi irá adquiriendo mayor conciencia del nivel de utilidad que alcanza dentro de la familia.

Una característica a destacar de este perro es que posee un fuerte carácter y un pensamiento propio, por lo que su dueño no debe vacilar al hacerse cargo de él ni permitirle tomar las riendas de la situación, cayendo en lo que se denomina el “síndrome del perro pequeño”, propio de los canes consentidos.

El corgi es un perro pequeño y como tal no tiene tanta necesidad de practicar ejercicio como otros perros de razas más grandes, del estilo de los pastores alemanes o belgas. Eso sí, precisan una actividad física moderada que se traduce en un par de paseos diarios, a los que añadiremos algún tiempo para jugar.

Los deportes caninos constituyen una magnífica manera de canalizar la energía de estos pequeñajos, estimulando sus mentes, pero evitando deportes del estilo del agility, en los que están obligados a dar saltos que pueden causar daños a la columna del corgi.

Con una suficiente dosis de ejercicio, estos perros se adaptarán a la perfección a la vida en un pequeño apartamento, piso o pequeña casa, aunque su tendencia al ladrido deberá ser corregida. En el caso de que cuentes con una casa con jardín, este último servirá al corgi para ejercitarse, pero deberá vivir como un miembro más de la familia en el interior del hogar.

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