No es fruto de la casualidad que al Perro Terranova le llamen “el gigante gentil” del mundo canino. La primera razón para hacerlo es que se trata de uno de los perros más grandes que existen y la segunda es que su bondad no parece tener límites.
Perfecto para el adiestramiento, dado que suele acatar a la perfección las órdenes de su dueño, este imponente animal no es solo un perro de compañía, sino también un excelente perro salvavidas, guardián y de caza.
Todo lo que deberías saber sobre el Terranova
Tabla de contenidos
Criado a lo largo de los siglos para ser un can de estupendo temperamento, la amabilidad del que también se conoce como Newfoundland es una de sus virtudes más sobresalientes. Su inteligencia y su inmenso afán por complacer también te cautivarán desde el primer momento,
Si llevas un Terranova a casa, vas a conocer la fidelidad en estado puro. En cuanto a sus admirables instintos salvavidas, tampoco dejan indiferentes a nadie y es que este perro no va a dudar en saltar al agua (medio que le fascina), a salvar a toda persona que se encuentre en peligro.
Origen
Este perro fue criado en principio por los pescadores de Dominio de una zona que hoy pertenece a Canadá, llamada Terranova (de donde evidentemente procede su nombre).
Una primera teoría sobre su procedencia apunta a que proviene de un antiguo perro de montaña que con el tiempo fue evolucionando en las áreas canadienses más septentrionales.
Una segunda teoría sostiene que la raza que nos ocupa es el resultado de cruzar ejemplares de Labrador con otros del perro noruego denominado Elkhound. Tanto un can como otro habrían sido llevados a la isla de Terranova por los exploradores.
A su vuelta de la expedición, estos exploradores portaron dichos perros, cuyas múltiples cualidades hicieron que se expandieran rápidamente por la costa de Francia y por Inglaterra.
A día de hoy la raza se encuentra muy difundida en casi todo el mundo, siendo aceptada cada vez de mejor grado tanto por su carácter como por sus apreciadas peculiaridades, que abarcan diversos ámbitos, lo que le convierte a sus ejemplares en canes muy versátiles.
Como perro de trabajo sigue siendo maravilloso, si bien con menos posibilidades de demostrarlo, en labores de rescate acuáticas, dado que cuenta con una potente estructura muscular y con un pelaje de doble capa muy grueso, además de con patas palmeadas y unas indudables habilidades innatas para la natación.
Cuenta la leyenda que en cierta ocasión un Terranova salvó a 63 marineros de lo que hubiera sido una muerte segura, tal es el poder de este perro de salvamento en el agua. Esto avalaría la tesis de que en su formación también hubiese estado presente el perro de aguas.
Realizando labores de pescador, es igualmente muy válido para morder y posteriormente arrastrar peces muy grandes hasta la orilla. Por si todo esto fuera poco, también es un inmejorable perro de trineo, labor en la que su fuerza constituye un punto a su favor.
Características y rasgos físicos
Con una altura a la cruz de 71 centímetros y un peso que ronda entre los 50 y los 68 kilos, este perro gigante es poderoso, musculoso y macizo, con unos movimientos bien coordinados…
Temperamento
Si estás decidido a llevar un Newfoundland a casa, ello lleva implícito que tienes que admitir que su amor por el agua le hará estar desaliñado más veces de las que esperas. Mojarse y meterse en barro son dos de sus actividades preferidas, que no dudará en practicar siempre que le sea posible.
Como contrapartida, vas a adoptar a un perro amable y cariñoso hasta la extenuación, por lo que es ideal para las familias. Ahora bien, has de tener presente que este can precisa mucho el contacto con todos los miembros del núcleo familiar, necesidad que podría hacerle perder su magnífico carácter en el caso de que no se viese cubierta.
Por este motivo, si eres una persona a la que sus ocupaciones laborales permiten poco tiempo libre y no cuentas con familiares en casa que puedan hacerle compañía a este precioso perro, será mejor que no efectúes la adopción.
Elegante, armónico, fuerte y resistente, este can que en principio puede parecer pesado dada su corpulencia, se mueve con absoluta soltura, propia de la raza, balanceando moderadamente el dorso. En el agua, su resistencia es insuperable y nada con impresionante agilidad.
Cariñoso y gentil como pocos, este perro es también bueno, sociable y sensible. Pese a su gran capacidad de adaptación, su colosal tamaño sugiere que no es un can para vivir en un piso. Si te planteas compartir hogar con de uno de sus ejemplares, lo mejor será que dispongas de una casa con un jardín o terreno en el que este grandullón pueda sentirse en libertad.
El Terranova va a necesitar ejercitarse a diario para mantenerse en buena forma. Entre los ejercicios que puedes practicar con él están los de cobrar objetos, que da igual que estén a la vista o escondidos. También los paseos han de formar parte de vuestra rutina diaria.
Un día al aire libre en el que lo lleves a algún lugar como un pantano en el que pueda nadar, hará a este perro alegre y creativo, el más feliz del mundo y le ayudará a canalizar la mucha energía que los canes de este tamaño acumulan.
Si adoptas un Terranova de cachorro tendrás la oportunidad de comprobar cómo su temperamento cariñoso, gentil, sociable y dulce va evolucionando, siendo al principio bastante más inquieto, para ir convirtiéndose paulatinamente en un perro menos activo con el paso de los años, dado que se agitan antes, pues la edad influye.
De todos modos, pese a la dulzura que caracteriza a este perro, ni siquiera de cachorro es excesivamente juguetón, pero sí muy simpático, circunstancia en la que lógicamente también resulta determinante el tipo de socialización que haya recibido.
No olvides que si vas a hacerte cargo de un Terranova con pocos meses de edad, el animal no va a tener la posibilidad de aprender por imitación del resto de miembros de su familia biológica, por lo que la responsabilidad de su óptimo aprendizaje va a recaer exclusivamente en ti y en los tuyos.
En el caso de los perros grandes y gigantes, dado su poderío físico, un intenso proceso de socialización es absolutamente obligatorio por parte de los dueños, pues no es lo mismo que un yorkshire malcriado se enfrente a su familia y al resto de las personas de su entorno, que lo haga un Terranova.
Por ello, es vital que te plantees que este perro va a necesitar un adecuado proceso de socialización que deberá comenzar tan pronto su calendario de vacunaciones te lo permita, saliendo a la calle a relacionarse con naturalidad con el resto de transeúntes y sus mascotas. De esta forma no los percibirá como una amenaza en ningún momento, sabiendo desenvolverse con normalidad en la vida diaria.
Otra cuestión que debes plantearte para dilucidar si tú puedes ser un dueño ideal para un Terranova es si estás dispuesto a llevar a cabo el esfuerzo de la crianza de uno de estos perros y si cuentas con la suficiente fuerza para controlar a este enorme can en caso de que lo necesites porque, por alguna razón, se encuentre fuera de sí.
Relación con otras mascotas
El buen carácter de los perros des esta raza los hace aptos para la convivencia con otras mascotas, lo que te dará la posibilidad de disfrutar de la compañía de distintos animales a la vez, si es lo que deseas. Para que todo fluya con normalidad, estas mascotas deberán estar adecuadamente socializadas y, en la medida de lo posible, crecer juntas.
Relación con los niños
Siempre dispuesto a echar un rato con los chiquitines de la caza (salvo cuando le apetece dormir la siesta), el Newfoundland se va a convertir en un excelente compañero para tus hijos, a los que no dudará en proteger a cualquier precio, derrochando con ellos amor. Huelga decir que si estos perros no dudan en poner su propia vida en juego para salvar a un náufrago, ¿qué no harían por los que consideran sus niños?
Tan cierto es este dato, que el Terranova está considerado como un “perro niñera”, dada la diligencia que va a mostrar en el cuidado de tus hijos, por lo que son muchas las familias que lo eligen pensando ya en que la infancia de sus hijos va a estar marcada para bien por la presencia de este amoroso perro.
Lo dicho no significa que puedas dejar a los pequeños y a tu fiel amigo canino en solitario cada vez que jueguen, pues sucede en muchas ocasiones que un animal de esta envergadura, sin pretenderlo, hace que los niños de corta edad acaben en el suelo por accidente.
Cuidados básicos
Compartir vida con un perro gigante te proporcionará múltiples satisfacciones, pero al mismo tiempo requiere un esfuerzo personal y económico que tendrás que calibrar previamente a su adopción.
Recuerda que un perro no es un capricho que podrás devolver si una vez en casa no resulta de tu gusto, por lo que medita con tranquilidad si el Terranova es, con todos sus virtudes y sus defectos, el perro que andas buscando.
Alimentación
El Terranova vive de 9 a 10 años, tiempo más que suficiente para que ingiera incalculables sacos de pienso que no van a resultarte precisamente económicos, pues para garantizar la salud este perro y ayudarle a que luzca el más lustroso de sus aspectos, deberás elegir un pienso seco de calidad.
Recuerda que su dieta deberá estar adaptada a la etapa de su vida por la que esté atravesando y a su raza, así como a su nivel de ejercicio. Además, parte siempre de la base de que ningún perro debe ser sobrealimentado, pues tal hábito no haría más que acarrearle problemas de salud.
Higiene
Todo perro ha de ser convenientemente aseado por sus dueños, si bien es cierto que el mantenimiento a nivel de aseo de unos y otros difiere bastante. Hay algunas razas de perros que, por sus características físicas, requieren del meticuloso cuidado de sus dueños, mientras que otros como el Terranova son bastante sencillos de cuidar a nivel estético.
Higiene dental
No subestimes la extrema importancia de que tu perro disfrute de una boca limpia, en la que el sarro no tenga ocasión de adherirse a la superficie de sus dientes. Acostumbrarle al cepillado dental es una obligación por tu parte que puede librar a este peludo de gran cantidad de enfermedades.
Baño y secado
Bañar y secar a un Newfoundland en casa no resulta demasiado fácil, sobre todo si el dueño no cuenta con la paciencia necesaria. Si no te apetece afrontar personalmente esta labor, puedes optar por llevar a tu fortachón amigo a un centro estético canino, decidiendo allí si quieres dejar la tarea en manos profesionales o utilizar el autolavado del que muchos disponen.
Cepillado
El pelo del Terranova ha de ser cepillado a diario para que su manto permanezca a salvo de partículas de suciedad, así como de algunos posibles parásitos que consigan anidar en él. A estos efectos revisa a tu can a fondo cada vez que volváis de pasear por zonas como bosques o jardines, que puedan ser proclives a la infestación.
Utiliza los cepillos adecuados para su tipo de pelo y relájate con tu noble amigo mientras que llevas a cabo una tarea que es posible que acabe por agradarle bastante, y que además os ayudará a estrechar vuestros lazos emocionales.
Vacunas y tratamientos antiparasitarios
La responsabilidad de un dueño incluye el garantizar a su perro todos los tratamientos veterinarios que precise, lo que también abarca aquellos destinados a la prevención de ciertas enfermedades y que consisten en proporcionarle las vacunas que requiera.
Tampoco debes permitir que los parásitos aniden en su manto ni en el interior de su cuerpo, por lo que deberás colocarle las pipetas y collares antiparasitarios que los expertos te indiquen, a fin de alejarle de ellos.
Enfermedades más comunes
Este “gigante del Reino”, es un perro eminentemente sano que merece la pena conocer, lo que no es óbice para que se vea afectado con el paso de los años por ciertas dolencias, como puedan ser la displasia de codo, tan típica de los perros grandes, o la conocida como cistinuria, una malformación de la vejiga.
Un chequeo rutinario a fondo como mínimo una vez al año por parte de su veterinario es uno de los mejores regalos que puedes hacerle a tu grandote amigo, de modo que cualquier complicación que comience aparecer en su organismo, sea detectada a tiempo por este profesional.
Adiestramiento
Su serenidad y su genuina gentileza acompañan siempre al Terranova. Desde luego este formidable can, que ha servido históricamente de gran ayuda como perro salvavidas y ayudante de pescador, arrastrando las redes de pesca cuando volvía el barco, está acostumbrado al trabajo y no guarda ningún parecido con un perrito faldero.
Su labor de salvamento de personas y pequeños barcos en aguas turbulentas es realmente digna de elogio, como también lo es el que fuera utilizado para transportar mercancías entre barcos. Desgraciadamente, en muchas ocasiones estos canes llegaron a ahogarse mientras llevaban cuerdas de salvamento hasta barcos que se hundían.
Como perro guardián también resulta muy valorado pues su ladrido profundo y su aspecto soberbio actúan como elementos disuasorios para los intrusos, por lo que este can puede resultarte muy versátil.
A raíz de todo lo que estamos contando intuirás que, aunque estos canes cumplen la función a día de hoy de perro de compañía para la mayoría de las familias que los adoptan, no son animales sedentarios, sino que precisan de ejercicio constante, destacando su gusto por las largas caminatas.
Es importante que lleves al tuyo a dar buenas caminatas pero que no olvides que una vez que estos canes alcanzan la etapa adulta, el excesivo peso que han de sostener sus pastas, llevan a que su estructura ósea que ya de por sí es delicada y fina, se resienta. Siempre que le saques a dar paseos contundentes, ve haciendo paradas, durante las cuales procura que beba y descanse.
Ni que decir tiene que si te estás planteando adoptar un Terranova tienes que tener en cuenta también tu tipo de carácter, pues una persona que tenga problemas para ejercer su autoridad no debe plantearse tener un perro con semejante envergadura, como ya hemos indicado.
Tampoco alguien que no tenga experiencia previa en perros es idóneo para educar un can gigante, que precisa de bastante destreza en el adiestramiento. No sería la primera vez que un dueño que no piensa las consecuencias de una decisión de tamaño calibre, termina teniendo que dar en adopción nuevamente al animal por no lograr hacerse con él, con la consiguiente frustración que tal proceder causa en ambas partes.
El propietario ideal, por tanto, para este perro es aquel que tenga un carácter fuerte y seguro y que por su experiencia sepa transmitírselo a su perro, consiguiendo que el animal identifique en él al auténtico líder de la manada que sea digno de todo su respeto y admiración.
Lograr que tu Terranova vea en ti a esta figura pasa porque sepas mantenerte en tu sitio y no des “tu brazo a torcer” una vez te hayas pronunciado en un determinado sentido. Permitir a tu perro que vaya ganando puestos en la jerarquía familiar, a base de ceder a sus deseos, le hará un flaco favor.
Una vez que este can deje de respetarte, va a ser muy difícil que vuelva a confiar en ti, al punto que él va a querer asumir el rol de líder, algo que no puedes permitir, pero que te costará mucho esfuerzo hacerle entender.
Evita que esto ocurra siendo firme y coherente desde el primer momento con tu Newfoundland, de modo que tu fiel amigo entienda que un “No” significa exactamente eso y no “un tal vez”, lo que hará de él un perro equilibrado.
El Terranova, como la mayoría de los canes, va a reaccionar muy positivamente a las técnicas de refuerzo positivo, de las que seguramente ya tengas magníficas referencias, pues sus buenos resultados no tardan en llegar tan pronto como los dueños se disponen a recompensar las actitudes deseadas de sus mascotas.