Mastín Inglés: Cuidados, Alimentación, Higiene, Adiestramiento y todo

El Mastín Inglés o Mastiff es un perro mítico donde los haya. Una raza gigante de can moloso de tipo dogo, cuyo característico rostro ha protagonizado diversas películas y series de televisión.

Su fuerza y corpulencia son innegables, pero su mirada bonachona le delata. Este perro, que viene acompañando al hombre desde hace siglos, es decidido, valiente y leal con su dueño. Una maravilla de raza canina que hace que, quien tenga la suerte de compartir su vida con uno de sus ejemplares, permanezca fiel a la misma.

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Todo lo que deberías saber sobre el Mastín Inglés

Si alguna vez te has preguntado cuál es la raza de perro más grande del planeta, podemos decirte que, si atendemos a su peso, el Mastiff es el can que más kilos alcanza, por lo que se le considera “la mole canina” por excelencia, o lo que es lo mismo, el perro que cuenta con mayor masa muscular en el mundo.

Baste con decir que un macho enorme puede llegar a alcanzar los 105 kilos de peso, para que te hagas una idea de la envergadura de este poderoso perro, habiéndose registrado algún ejemplar aún mayor, con 120 kilos. Ahora bien, pese a ser el “más pesado” de los canes, no es el más alto.

Origen

Como ya habréis deducido por su nombre, el Mastín Inglés proviene de Gran Bretaña, isla a la que probablemente llegó de la mano de comerciantes fenicios, alcanzando el “viejo continente” para complacer el capricho de los romanos. A estos últimos les resultó impresionante tanto el tamaño como el carácter de este noble can, de modo que no tardaron en convertirlo en la mascota y animal de compañía predilecto de sus hogares.

Por desgracia, no sería esta la única tarea que se les encomendara a estos fieles animales, pues los crueles gustos de aquella época les convirtieron en rivales en la arena de osos, toros y otros perros, siendo unos aguerridos combatientes. La custodia de rebaños fue el siguiente de sus cometidos.

Sin embargo, con el tiempo la raza fue exportada a Estados Unidos, donde los primeros colonos acogieron gustosamente a este can. Se dice que un Mastín Inglés, seguramente una hembra, llegó por primera vez a Estados Unidos a bordo del Mayflower, si bien los primeros expedientes de estos perros en América no se originaron hasta el siglo XX.

Mientras, en Inglaterra se fue perdiendo el interés por este grandullón, lo que hizo que, junto con los estragos que en todas las razas caninas provocó la Segunda Guerra Mundial, el Mastiff se diera prácticamente por extinguido en Europa, una vez finalizado el conflicto.

Fue entonces cuando ciertos especímenes de la raza volvieron a nuestro conteniente, procedentes de Estados Unidos y Canadá. Desde entonces, el número de ejemplares fue creciendo, hasta que la raza se volvió a instituir adecuadamente en Inglaterra, donde hoy goza de gran fama, igual que en Estados Unidos y en otros países del mundo.

Características y rasgos físicos

Este moloso de lo más voluminoso, cuenta con una altura a la cruz de 76 centímetros y un peso que normalmente ronda entre los 73 y los 100 kilos…

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Un perro gigante de construcción regular que es francamente robusto. Su cabeza es cuadrada y grande, ancha y plana. Sus ojos son oscuros, pequeños y bastante centrados. Su morro no es demasiado alargado sino que se parece al de un Bulldog, algo chato y con unos mofletes que le van cayendo por los lados. Su nariz normalmente es pequeña y negra. Sus orejas son en forma de “V” y también pequeñas.

Su cuerpo es un poco basto, aparentando a todas luces fuerza y dominio, sea cual sea el ángulo desde el que lo mires. Su contextura suele ser maciza, con gran anchura y profundidad. Sus patas son largas y gruesas, pues no hay que olvidar que tienen que soportar su tremendo peso y las delanteras están bien separadas. Su cola es de inserción alta, llegándole al corvejón.

Color y pelaje

El Mastín Inglés está dotado de una doble capa de pelo. Mientras que su capa interna es basta y de longitud media-corta, la capa interna es corta y se encuentra bien pegada al cuerpo. Los colores pueden variar de leonado a leonado argente, leonado atigrado y apricot. Ahora bien, el hocico, la nariz, las orejas y el pelo que rodea a los ojos siempre son negros.

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Temperamento

Este perro originario del Reino Unido es tranquilo, bondadoso, sensible, pacífico y afectuoso. Que no te engañe su tamaño porque este espectacular can se va a desvivir por estar con la gente y recibir sus mismos.

De él se dice que es muy comprensivo pero que no se caracteriza precisamente por su agilidad mental, sino más bien por pensar con lentitud, por lo que lleva su propio ritmo de aprendizaje. Por ello, hay quien califica a este can como algo “torpe”.

Su corazón es tan grande como su cuerpo, por lo que con su familia de adopción será todo un amor, además de un excepcional perro guardián, que se adapta a distintos ámbitos. La lógica marca que, pese a su capacidad de adaptación, un animal de tan considerables dimensiones requiera un hogar amplio en el que vivir, a poder ser con un jardín en el que poder estirarse y ejercitarse a aplacer.

Dentro del hogar debería tener una cama blanda, ya que su excesivo peso puede hacer que, determinadas zonas como las puntas de los corvejones o los codos se le despellejen, causándole callosidades.

Si su dueño no es lo suficientemente paciente y sensible con él, podrá llegar a ser un adulto perruno con falta de confianza en sí mismo, por lo que es importante que tengas en cuenta esta circunstancia.

Digno y valiente, le caracterizan también su calma y aunque las muestras de afecto hacia su dueño no sean constantes, le protegerá a cualquier precio. Leal y de buenos modales, no le costará hacerse a su nueva familia humana, siendo feliz siempre que se sienta querido.

Algo que llama la atención de él es lo celoso que resulta a la hora de proteger a los suyos, por lo que hay que saber manejarlo, dado que su inusual poder físico puede hacerle incontrolable en caso de emergencia.

Con los extraños se muestra reservado, como casi todos los perros boyeros, por lo que lo normal es que cuando alguien desconocido para él llegue de visita, se coloque entre su dueño y el visitante, hasta que vea que la actitud de su dueño hacia esa persona es cordial.

Este can que muchos definen como típicamente británico es reflexivo y equilibrado, tranquilo y poco ladrador. Ni que decir tiene la importancia de una buena y temprana socialización para un perro de este tamaño.

Teniendo presente que los perros adoptan la conducta que ven en sus semejantes, como su madre y hermanos, la pronta separación de estos por tu parte, lleva aparejada que seas tú quien asumas tal labor de socialización, tan pronto como el calendario de vacunaciones del animal le permita salir al exterior.

Es fundamental que otras personas y animales se os puedan acercar sin que el Mastín Inglés lo interprete como una amenaza para él mismo, o lo que es peor aún, para ti, pues entonces pondría en marcha su mecanismo de defensa.

Una cuestión sobre la que tienes que reflexionar antes de decidirte a adoptar un perro de este tamaño es la de si cuentas con la suficiente corpulencia para poder controlarlo ante una situación comprometida en la que pueda verse envuelto, como si se enfrasca en una pelea, por ejemplo.

Si bien el Mastiff, cuando está bien socializado es un magnífico compañero para los humanos, siendo bastante obediente, las hembras son bastante más indicadas para dueños que no lleven demasiado bien lo de ejercer su autoridad, mientras que los machos están más aconsejados para quienes vean en las funciones de guardia una prioridad.

Es importante también que un dueño responsable sepa permitir a su Mastín Inglés un controlado acceso a todos los miembros de su familia para que los identifique correctamente desde el principio, pudiendo protegerlos en caso de necesidad.

Relación con otras mascotas

Bien socializado, este perro no te pondrá las cosas difíciles si quieres que con él convivan otras mascotas, si bien todo irá mejor si dicha convivencia comienza desde cachorros.

Relación con los niños

La paciencia del Mastiff con los pequeñines es legendaria, soportando sus travesuras, debido a que este fuerte perro es consciente de su poderío físico y de la debilidad de los niños, en comparación con él.

Comentada ya su tolerancia con ellos, no debe perderse de vista que su gran tamaño sugiere que los juegos entre el animal y los más pequeños de la casa sean supervisados por un adulto, dado que la enorme potencia física del primero puede hacer que los niños acaben de vez en cuando en el suelo, lo que será totalmente ajeno a la voluntad de este bondadoso animal.

Cuidados básicos

Una adopción responsable será aquella que desde el principio asuma el serio compromiso que supone llevar a vivir un animal contigo, lo que no hace más que acrecentarse si la mascota en cuestión tiene el tamaño del Mastiff.

Alimentación

Un Mastín Italiano cuenta con una esperanza de vida de 10 a 12 años. Que llegue a cumplirlos con calidad depende en gran medida de la alimentación que desde el inicio escojas para él, pues el tener cubiertas adecuadamente sus necesidades nutricionales le proporcionará un gran bienestar físico y le permitirá lucir un aspecto deslumbrante.

Es vital que te ciñas a las raciones de comida que el veterinario te aconseje pues sobrealimentar a tu canino amigo puede que le haga momentáneamente feliz, pero le perjudicará mucho a nivel de salud.

En cuanto a los cachorros de esta raza, van a precisar suplementos vitamínicos o minerales mientras dure su etapa de crecimiento, que complementarán su alimentación, la cual se basa en   pienso seco de calidad.

Higiene

Cuando adoptas un animal tomas conciencia inmediata de que debes mantenerlo en óptimas condiciones higiénicas, tanto por su propio bien como por el del resto de la familia.

En el caso del Mastiff debes conocer de antemano que es un can que babea mucho por lo que si eres una persona excesivamente escrupulosa, este perro no va a estar hecho para ti.

En lo referente a su higiene diaria, muestra especial atención a la limpieza de los pliegues de su piel, sobre todo de los que rodean su cabeza, ya que en estos lugares se acumula suciedad que en no pocas ocasiones desemboca en infecciones y en la proliferación de hongos.

Higiene dental

Está demostrado que la higiene dental va de la mano de la salud del perro, por lo que todo can sano, cuenta con una boca limpia. Acostumbra a tu Mastín Italiano desde cachorro a cepillarle la dentadura con productos específicos para el cuidado de la dentición canina y evita así que el sarro se acumule en la superficie de sus dientes.

Resguárdale de enfermedades de leves a graves si, a pesar de cumplir con este hábito, terminas comprobando que el sarro hace acto de aparición en su boca, llevándole a la consulta veterinaria para una limpieza bucal más profunda.

Baño y secado

El mantenimiento estético del Mastiff es poco exigente si se le compara con el de otras muchas razas caninas, lo que no es óbice para que deba ser llevado a cabo con esmero.

Tendrás que bañarlo cada 6-8semanas, o cuando comiences a notar que está sucio, incidiendo especialmente en la limpieza de sus ojos y orejas. Utiliza un champú para perros especial para su tipo de pelo y agua tibia. Cuando lo saques del baño tendrás que enfrentar con paciencia la tediosa labor de secar el pelo de un animal de tan extraordinario tamaño, seleccionando para ello una temperatura moderada.

Ante la aventura que puede suponer bañar y secar a un perro gigante en casa, muchos propietarios optan por llevarlos a centros de estética canina donde manos profesionales les devuelven a su gran mascota en “perfecto estado de revista”.

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Cepillado

Aunque todos los canes necesitan que sus dueños cuiden su manto, el mantenimiento del pelaje de algunos, como el del Mastín Italiano, es de lo más sencillo. Su pelo lucirá espléndido, sano y brillante, con un simple cepillado un par de veces por semana. Para ellos podrás valerte de un cepillo de púas rígidas. Su pelaje no requiere corte.

Estos momentos de relax dedicados al cuidado de tu perro pueden ser también aprovechados para reforzar la estrecha relación que es seguro que ya mantienes con él, lo que resultará muy reconfortante y beneficioso para ambos.

Vacunas y tratamientos antiparasitarios

Desde el mismo momento que tu Mastiff llegue a tu vida, deberás comenzar a cumplir al pie de la letra el calendario de vacunaciones que para él establezca su veterinario. Tampoco debes olvidar colocarle las pipetas y collares antiparasitarios que le mantengan alejado de pulgas, garrapatas y gusanos intestinales.

Enfermedades más comunes

La imponente presencia del Mastín Italiano se corresponde con su físico resistente y duro, si bien su desorbitado tamaño juega a veces en su contra en lo relativo a la salud, sobre todo en lo que concierne al desarrollo de displasias, y más concretamente a las de cadera. La displasia de codo tampoco es ajena a estos animales.

Como ocurre con otros perros grandes y gigantes, los canes de esta raza también muestran una especial predisposición al padecimiento de torsión gástrica, que puede tener consecuencias muy graves de no ser tratada a tiempo.

Las disfunciones oculares leves como el entropión y el ectropión afectan a menudo también a esto canes, pudiendo provocarles desde infecciones e inflamaciones, hasta heridas en la córnea.

Adiestramiento

El Mastiff es un perro por lo general bastante manso, pese a su increíble tamaño. En nuestro país sigue abundando, como lo hicieran desde siempre, en la zona de Zamora, León, Cantabria y Asturias, por lo que una de sus variantes es el popular Mastín del Pirineo. Como curiosidad podemos decir que este can ya aparecía en el famosísimo cuadro de “Las Meninas” de Velázquez.

Lo cierto es que al ver un perro tan corpulento, muchas personas temen que pueda ser agresivo, si bien el Mastín Inglés es cualquier cosa menos bravucón. Pacífico y confiable, está muy apegado a su familia y al resto de su entorno.

De todas formas, su poder físico está fuera de toda duda, por muy sumiso y mimoso que sea, motivo que te obligará a que desde el principio no adquiera malas costumbres y puedas presumir de un can con una conducta envidiable.

Una condición sine qua non para educar a cualquier perro, y mucho más a uno de este colosal tamaño es que tu actitud sea firme, decidida e imperturbable, por mucho que tu querido amigo quiera ganarte terreno con su mirada afable.

Una vez que hayas tomado una decisión ya no habrá marcha atrás pues él necesita un dueño seguro, que no muestre visos de debilidad, al que poder identificar como el líder alfa de la manada al que venerar, admirar y respetar al mismo tiempo.

Si en algún momento llega a creer que tú no tienes esas características, se vería “forzado” a adoptar dicho rol, lo que se traduciría en un conflicto de intereses que enrarecería la convivencia al máximo, por lo que debes evitarlo a toda costa.

Así, establece unas indicaciones y reglas claras, porque únicamente terminarás teniendo un animal equilibrado si eres capaz de transmitirle correctamente desde el principio lo que le está permitido y lo que no.

Ten siempre en mente lo crucial que resulta que puedas cubrir sus necesidades de actividad, pues todos los canes tienen que poder canalizar la energía acumulada, que en el caso del Mastín Inglés es mucha. Permítele que esté tantas horas en el jardín como desee y sácale a pasear al menos dos veces al día, permitiéndole que interactúe con el mundo exterior.

La técnica de adiestramiento que utilices también va a resultar determinante para asegurar el nivel de éxito del proceso. No olvides que se ha demostrado la ineficacia, en casi todos los casos, de los rigurosos métodos de adiestramiento caninos tradicionales, que incluían hasta el castigo físico.

A día de hoy se sabe que nada como utilizar el refuerzo positivo para que el animal se enorgullezca de su conducta y quiera repetirla una y otra vez. Ante una mala actitud de tu Mastiff no debes gritarle y, por supuesto, mucho menos pegarle. Intenta obviar lo que ha pasado y poco a poco la situación irá mejorando.

Por el contrario, debes premiarle cada vez que haga algo bien, para lo que puedes establecer un sistema de recompensas que no solo se base en que le entregues un rico aperitivo, sino en que le dediques tus mejores cariños y halagos.

Siempre que vaya a hacer algo que no deba, tienes que evitarlo con un ¡NO! El tono de voz habrá de ser bastante firme pero nunca a gritos. Si por ejemplo pretendía morder un cojín, acércale su juguete masticable e indícale que es eso lo único que le está permitido hacer trizas.

Por tanto, el dueño ideal para un perro de estas características es uno que sepa mantener una postura férrea, que deberá compaginar con una actitud cariñosa y que además cuente con la suficiente fuerza para poder hacerse con el animal en caso de necesidad.

Asimismo deberá disponer del suficiente tiempo para compartir con su fiel amigo y vivir en una casa que permita el esparcimiento de un can así de grande. También deberá estar dispuesto a asumir el elevado coste económico de uno de estos animales pues, solo en pienso, tendrá que desembolsar un número considerable de euros todos los meses.

A los gastos de alimentación tendrá que sumar los de su cama, los de los snacks antisarro para perros gigantes, los de sus juguetes masticables, los de la consulta veterinaria y otros que se irán presentando en el día a día.

Por último, si eres el abnegado propietario de uno de estos canes, no debes olvidar que es importante contar con un colchón económico por si, por mucho empeño que le pongas, no eres capaz de educar adecuadamente a tu Mastín Inglés y necesitas contratar la ayuda profesional de un adiestrador canino.

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