Perros Pitbull Americanos (APBT): Alimentación, Salud, Higiene y más

Rodeada de una controvertida fama, esta raza se ha visto en multitud de ocasiones salpicada por la polémica. Dicho esto, quizás te estés preguntando las razones por las que muchas personas quieren tener un american pitbull terrier. Pues bien, son múltiples y muy variadas, como estás a punto de descubrir.

Igual que en su momento le sucediera al dobermann, el pitbull es a día de hoy esa raza catalogada como potencialmente peligrosa que quienes no conocen temen. Sin embargo, los que dan un paso adelante y, huyendo de falsos mitos, deciden compartir su vida con estos espectaculares canes, los adoran.

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Todo lo que deberías saber sobre los Perros Pitbull Americanos (APBT)

Valiente, noble y divertido, el pitbull va a sorprenderte. Una raza versátil que si bien no puede negar haber sido la más experta en pelea que se haya conocido nunca, también es un perro de captura y ha servido para las labores de pastoreo.

La guarda y la protección personal son otros de sus “fuertes”. Como guardián de la casa no va a tener precio y, en cuanto a la protección de personas, la cumple con total diligencia, dada su absoluta fidelidad y resolución.

Origen

El pitbull americano, tal y como lo conocemos hoy en día, hunde sus raíces en Gran Bretaña, nación en la que se sitúa a esta raza en el siglo XIX. Sin embargo, su historia es antiquísima, pues procede del imperio romano.

La raza pitbull desciende de los perros molosos de peleas, que fueron utilizados en sus comienzos para los sanguinarios enfrentamientos con osos y toros. Por suerte, estos crueles eventos terminaron por prohibirse en Inglaterra, y para entonces los criadores sin escrúpulos centraron sus esfuerzos en conseguir perros más ligeros que pelearan entre ellos.

Para lograr sus objetivos es más que probable que utilizaran perros de tipo terrier, dando lugar a ejemplares más ágiles sin perder un ápice de sus dotes para el combate. El pitbull fue reconocido durante algún tiempo por el American Kennel Club, pero posteriormente se eliminó la raza de sus registros, ya que la institución no “comulgaba” con la mala fama que rodeaba a estos animales.

Por esta razón, los cinófilos americanos se afanaron en el desarrollo de una nueva raza creada a partir del pitbull, el american staffordshire terrier, por lo que se dice que el origen del pitbull que hoy conocemos está en Estados Unidos. Ahora bien, el que el American Kennel Club y otras instituciones similares no estén por la labor de registrar al pitbull, no le niega a este can el formar parte de una auténtica raza y no de un tipo de perro, como algunos afirman erróneamente.

Esta afirmación se ve avalada porque el pitbull americano no es solamente un conjunto de perros que comparten rasgos hereditarios similares, sino que cuenta con un estándar para la raza definido. Por ello, otras instituciones como el United Kennel Club y la American Dog Breeders Association sí la reconocen.

Características y rasgos físicos

Con una altura a la cruz de entre 38 y 48 centímetros y un peso que oscila de los 15 a los 28 kilos, se trata de un perro mediano con una corpulencia atlética que le confiere una imagen espectacular.

Su cabeza es larga, ancha y poderosa, pero ha de estar proporcionada en relación al cuerpo. Si la ves desde arriba o desde los laterales, su forma tiene que ser la de cuña. De frente ha de ser redonda y con una anchura que equivale a dos tercios de la anchura de los hombros.

Su stop es moderadamente definido. Sus ojos, que miran atentamente y son redondos, deben situarse en la parte baja de la cabeza, admitiéndose todos los colores, excepto el celeste. Sus mejillas son abultadas. Sus orejas, de inserción alta, han de ser rectas y en forma de rosa.

Su mandíbula tiene que encajar bien en forma de tijera. Respecto a la poderosa mordida de esta raza han corrido ríos de tinta y no pocos mitos. De ella se dice que el pitbull americano no puede soltar a su presa porque sus quijadas se traban y que son la raza con la mordida más potente, leyendas que distorsionan la imagen de esta noble raza.

Su cuerpo es extremadamente llamativo, como lo es su cabeza. Esto no quiere decir que sea demasiado ancho ni voluminoso. El estándar del United Kennel Club establece que lo que ha de ser es ligeramente más largo que alto. El tórax ha de ser estrecho y profundo, bastante bien moldeado, valorándose su capacidad para dilatarse y contraerse.

Su cuello debe lucir músculo desde la base hasta el cráneo y su lomo tiene que ser fuerte y corto. Su parte anterior ha de ser fuerte, sólida y pesada. Sus codos son fuertes y planos. Su parte posterior debe contar con una cadera ancha y larga, que le permita una buena aceleración.

Su cola no es demasiado gruesa en la base, es larga y acaba en punta, con un porte bajo. El movimiento de este extraordinario perro es ligero, sin dejar en ningún momento de mostrar su fuerza. Su piel es gruesa y no tiene pliegues. Se pega al cuerpo en todos los lugares, salvo en el tórax y en el cuello, lugar en el que puede formar una ligera papada.

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Color y pelaje

Su pelaje es grueso, igual que su piel, además de duro, corto y lustroso, rasgo este último que invita a que le acaricien. Se aceptan todos los colores exceptuando el mirlo. En los últimos tiempos está alcanzando gran popularidad una variedad de pit bull que hace furor entre sus seguidores y que no es otro que el pitbull blue.

Sus bellísimos ejemplares cuentan con ojos azules y un precioso pelo de color grisáceo-azulado. El motivo de tanta belleza, sin embargo, no es otro que la existencia de un gen recesivo dominante que se detectó en ciertos ejemplares, que fueron utilizados para conseguir camadas de pitbull blue con los que lucrarse económicamente.

Lo cierto es que un pitbull de ojos azules corre el riesgo de padecer patologías oculares graves, como la ceguera temprana. Tampoco estará a salvo de las cataratas. Por tanto, la cría de estos atractivos ejemplares no debería fomentarse en ningún momento.

Temperamento

Cariñoso, obediente y algo obstinado, el pit bull es un perro fiel donde los haya. Es importante que conozcas el dato de que aunque esta raza cuenta con un instinto de presa muy desarrollado, en absoluto es un perro con naturaleza asesina.

Lo habitual es que un pit bull sea amigable, juguetón y confiable con las personas. Posiblemente no sepas que incluso la Sociedad Americana de Evaluación del Temperamento (ATTS según sus siglas inglesas), considera que el carácter del pitbull es más estable que el del promedio de las razas caninas.

Capítulo aparte merece el tema del “gameness” en el APBT, una condición antinatural con la que algunos crueles criadores buscan un enriquecimiento económico, tratando de potenciar en las crías de pitbull una condición antinatural de pelea que haga que estos valientes animales luchen contra su oponente sin conocer el concepto de desistimiento.

Tales víctimas caninas, que sufren la desgracia de caer en tan ruines manos, no tendrán en cuenta en ningún momento la magnitud de las lesiones recibidas, llegando a ignorar claramente el instinto de supervivencia, pues van a luchar a muerte aun a sabiendas de que no tengan posibilidades de salir victoriosas.

Esta condición es la que alimenta la leyenda negra del que, criado de otra manera, será un perfecto animal de compañía, entusiasta y vital. Un protector can que te va a poner las cosas muy fáciles a la hora de aceptar los cambios y de comprender las normas básicas de comportamiento.

Por lo demás, el hecho de que algún ejemplar de pitbull pueda ser agresivo, obedece a un cuidado que no es adecuado o a la absoluta irresponsabilidad de algunos dueños, que no se habrían encargado de educar ni adiestrar a este animal.

Aparte de estas circunstancias, tan leal perro, que cuenta con un nivel alto de inteligencia que le hace candidato ideal para practicar deportes del estilo del canicross y otras actividades físicas con su dueño, será un animal muy afectuoso y complaciente que disfrute haciendo las delicias del mismo.

Quema junto a tu pitbull toda la energía que te sea posible para que tenga la necesidad de descargar energía física totalmente cubierta, como el animal activo que es. Siempre que puedas, acude con él a espacios abiertos en los que disfrutará al máximo explorando todas las novedades y haciendo kilómetros mientras descubre lugares nuevos. Todo menos permanecer demasiado tiempo quieto en un mismo lugar.

No pierdas de vista el hecho de que para tu pitbull es de vital importancia pasar tiempo contigo. Cuando un animal de esta raza pasa demasiado tiempo solo su equilibrio mental comienza a flaquear, ya que cuando se encuentra en solitario, empieza a tomar decisiones por sí mismo.

Una vez se haya acostumbrado a tomar decisiones propias, querrá hacer lo mismo cuando esté contigo y tu negativa llegará a contrariarle al punto de que no es extraño que aflore su agresividad.

Relación con otras mascotas

La relación del pit bull americano con otras mascotas va a depender en gran medida del nivel de socialización al que el perro se haya visto sometido desde cachorro. Piensa que este es un perro consciente de su tremendo poderío físico, por lo que una educación incorrecta puede acarrear el que tenga verdaderos inconvenientes, una vez sea adulto, para relacionarse con otros animales.

Esta raza en naturalmente dominante por lo que se hace imprescindible que desde cachorro comience a jugar con otros canes adultos que le marquen cuál es el comportamiento a adoptar cuando se está en compañía de otros perros.

Relación con los niños

De modo contrario a lo que a priori pudiera parecer, un pit bull bien adiestrado puede ser un excelente perro para los más pequeños de la casa, con los que derrocha paciencia y tolerancia. Su participación en los juegos es de lo más tranquila y alegre. En cuanto a su increíble energía, con los niños, este fortachón encuentra una manera de canalizarla, complementándose con ellos y formando un vínculo afectivo muy especial.

No en vano, pocas personas saben que durante muchos años los pitbull fueron considerados las más idóneas “niñeras perrunas”, pues se le tenía por un can absolutamente confiable y apto para el acompañamiento y el cuidado de los niños.

Desgraciadamente, tras un siglo y medio siendo vistos como unos inmejorables perros de familia, se vieron abocados a ser el “perro de hombres rudos” que tanto daño ha provocado a esta raza, a la que se atribuye el ser la que a más temprana edad muestra una clara preferencia por contar con la compañía humana.

Cuidados básicos

Para conseguir que tu perro esté sano y feliz, llegando a alcanzar en las mejores condiciones posibles el promedio de vida que para el pitbull se baraja, y que es de 12 a 14 años, tienes que dispensarle los cuidados básicos que no pueden faltarle a ninguna mascota.

Alimentación

Estos robustos perros, cuya musculatura salta a la vista, requieren de unos altos niveles de proteínas y de una dieta formulada para la prevención de los problemas articulares.

Un pitbull adulto debe alimentarse con un pienso seco de calidad que sea específico para razas medianas o grandes, cuyas croquetas tienen el tamaño suficiente para que el animal no coma demasiado rápido. La actividad de la raza aconseja igualmente aportarle un pienso rico en energía, especial para este tipo de perros.

Higiene

Mantener a un perro en unas condiciones higiénicas adecuadas es una obligación que corresponde a todo dueño y que redunda no solamente en la salud y en el bienestar del animal, sino en el de su entorno.

Higiene dental

Desde los primeros meses de edad de tu pitbull tienes que acostumbrarle a cepillados dentales periódicos que prevengan el depósito de sarro en la superficie de sus piezas dentales. Si esto llegara a ocurrir, la temida enfermedad periodontal no tardaría en aparecer y junto con ella sus graves consecuencias, entre las que se encuentran la pérdida de la pieza dental.

Patologías cardíacas, renales y hepáticas son también evitadas con este sencillo gesto, por lo que es fácil concluir que un perro sano se corresponde con un perro que tenga un nivel adecuado de limpieza bucodental.

Baño y secado

El pitbull no tiene doble pelaje, por lo que su aseo no ha de ser demasiado intenso. En lo que concierne al baño, los mismos no han de ser muy frecuentes en esta raza pues privaría a sus ejemplares de los aceites naturales de los que están dotados, dejando su pelo sin brillo y seco.

Si tu pitbull no se ensucia demasiado, báñalo cada mes y medio o cada dos meses, a menos que antes notes que comienza a desprender un olor desagradable o que la suciedad se vuelve aparente.

Cepillado

El cepillado del pit bull no va a suponerte ningún problema, dado que su pelo es corto y este es un hábito que suele agradar a la raza. Con él conseguirás que se deshaga del pelo muerto y de la suciedad incrustada en su pelaje, al mismo tiempo que aprovecháis estos ratitos de acicalamiento para estrechar los vínculos emocionales.

Vacunas y tratamientos antiparasitarios

La prevención de enfermedades infecciosas es mucho más sencilla a través de la administración de vacunas en perros adultos y cachorros. Reforzar el sistema defensivo o inmunitario de los animales es un una condición sine qua non para que su buen estado de salud se mantenga intacto.

No es necesario que tu pitbull reciba todas las vacunas que están a tu disposición en el mercado, pero sí aquellas que obedezcan al calendario de vacunaciones que para él establezca su veterinario.

Los parásitos son también elementos a evitar en el organismo de pit bull. Ya se trate de gusanos intestinales o de parásitos externos como pulgas y garrapatas, evita que aniden en el manto de tu mascota mediante la colocación de pipetas y collares antiparasitarios que para este fin encontrarás en establecimientos especializados. En el caso de esta raza, ello es especialmente importante debido a que su piel es muy sensible.

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Enfermedades más comunes

El pitbull es, en líneas generales, un perro bastante sano y muy resistente a las enfermedades pero que, como cualquier otro, necesita que estés pendiente de su salud, dada la posibilidad de advertir alguna sintomatología que requiera visitar al veterinario.

Un trastorno común en esta raza es el pioderma en sus diversas manifestaciones, una enfermedad cuya causante es una bacteria y que termina afectando a las capas de su piel más profundas. Es necesario ponerle freno antes de que los problemas que ocasione sean mayores.

Otras dolencias que también acusan estos canes son el prognatismo y el enognatismo, que presentan problemas a nivel de encaje mandibular.

Tampoco se encuentran estos perros a salvo de enfermedades cardíacas entre las que destacan la estenosis aórtica, como se conoce al estrechamiento de la aorta,  ni de enfermedades propias del aparato reproductor de los machos como el criptorquidismo (falta de testículos en el escroto) o el monorquidismo (falta de un testículo en el escroto).

En cuanto a las hembras, pueden sufrir prolapso vaginal, o aparición de una determinada masa en su aparato reproductor mientras se produce el celo, enfermedades todas ellas que requieren de supervisión por parte del veterinario y que no pueden ser tomadas a la ligera por los dueños.

Adiestramiento

Socializar correctamente a tu pitbull americano desde cachorro será lo que establezca la diferencia entre un perro adulto agresivo y dominante y otro sumiso y calmado, que acepte la presencia de gente cerca de él. Así, no es difícil ver a ejemplares de esta raza cuidando con devoción a niños y bebés, asumiendo que ellos no pueden estar por encima de las personas.

Uno de los aspectos que no debes dejar de lado cuando vayas a adiestrar a un pit bull es el de desinhibir su mordida. Sus poderosas mandíbulas podrían hacer mucho daño a las personas y al resto de animales en sus futuros juegos.

Si estás pensando en adoptar un pit bull, has de tener en cuenta que vas a tener que ser un líder incuestionable para él, pues esta es la única forma de convertirle en un perro equilibrado y sumiso.

El pitbull necesita tener como referente a un líder fuerte porque de no ser así, será el propio animal el que tienda a liderar cuanto le rodea, desequilibrándose a nivel mental, y reaccionado agresivamente hasta que note que ha logrado la superioridad.

Propicia que tu pit bull se enfrente a situaciones diversas junto a ti, o al menos bajo vigilancia (para que puedas valorar la respuesta que merece su conducta). Así no va a reaccionar mal ante situaciones novedosas, sino que lo hará con calma.

Un perro que no esté demasiado en contacto con el exterior y que pase muchas horas encerrado en casa es más proclive a toparse con situaciones que no conozca ni entienda, y a las que no sepa cómo enfrentarse. Ello puede llevarle a reaccionar inesperadamente, quizás de un modo violento o agresivo.

Su actividad y energía le convierten en el candidato perfecto para que te dediques también a cultivar su mente con juegos de inteligencia para perros, unos juguetes muy adecuados para evitar que estos animales se aburran.

Utiliza el refuerzo positivo con tu pitbull, pero no caigas en ningún momento en el error de ser inflexible con él. Debes ser calmado a la par que autoritario y no dejar a la vista ningún resquicio de inseguridad que él pueda interpretar como un filón para desobedecerte.

Ten presente que, por mucho que te resulte increíble debido a la nobleza de la que la mayoría de estos animales hacen gala, los perros pitbull americanos no dejan de estar considerados como unos perros potencialmente peligrosos (PPP), por lo que siempre deberán llevar bozal cuando se acuda con ellos a lugares públicos. Asimismo, tienes que cumplir con el resto de la normativa vigente que para estas razas se establece.

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