Los amantes de las razas raras de perros tienen en el tigre andino de dos narices un curioso ejemplo de lo caprichosa que la madre naturaleza puede llegar a ser. El que también se conoce como perro de Bolivia de dos narices pertenece a una raza extraña donde las haya que atrae la curiosidad de muchos.
En el mundo existe una amplísima variedad de perros que a su vez responden a las más diversas características. Con independencia de su tamaño, color o temperamento, lo que los convierte en distintos del resto es una característica en particular que hace que su aspecto sea, cuando menos, original.
Todo lo que deberías saber sobre el tigre andino de dos narices
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El sabueso andino de dos narices, como también se denomina a esta raza, es una de las tres únicas razas de perros que existen con la nariz dividida, junto con el pachón navarro o puntero navarro y el catalburun, el puntero de Turquía.
Cualquiera de estas razas son prácticamente desconocidas fuera de sus zonas de origen y no son demasiados los datos que se tienen de estos peculiares animales, que tienen el nexo común de una nariz “doble” que los hace notables.
Origen
El tigre andino de doble nariz o perro de Bolivia de dos narices llegó a nuestros oídos gracias a un hallazgo protagonizado por el explorador John Blashford-Snell, que después de haber tenido encuentros con todo tipo de seres vivos como abejas furiosas, vio un ejemplar de tigre andino de dos narices cuando viajó por primera vez a Bolivia, en el año 2005.
Se encontraba llevando a cabo una exploración del terreno en el que ese año habría de adentrarse su expedición, la zona de Ojaki, cuando divisó un animal que no dejaba indiferente a nadie.
Sentado frente al fuego junto a su equipo de profesionales vio aparecer a un can de extraordinaria apariencia que llamaba la atención por parecer poseer dos narices. Eso le hizo recordar las antiguas historias que contara el mítico explorador Coronel Percy Fawcett cuando en el año 1913 regresara de la selva amazónica relatando haber visto perros de dos narices, extremo que parecía no creer nadie.
Blashford-Snell, director de la Sociedad de Exploración Científica aludió con humor al hecho de que se encontraba sobrio y que, del que hablaba, no era un animal de ciencia ficción sino un can real como la vida misma.
El perro en cuestión era un ejemplar llamado Bella. Dos años más tarde, en el segundo viaje a la región, descubrieron un segundo ejemplar que no era otro que su hijo, llamado Xingu.
La doble nariz de Xingu era aún más pronunciada que la de Bella, que murió dando a luz a una camada de cachorros con la nariz doble, de la cual solo este vivaz perro sobrevivió. En ese momento, Xingu acaba de tener a su vez descendencia con una perrita de una sola nariz.
De estos cachorros, hijos de Xingu, dos nacieron con la nariz partida de la que estamos hablando y dos con una sola nariz. Por desgracia, los cachorros con nariz doble murieron tres días después de su nacimiento.
Podemos afirmar que el origen de estos perros es desconocido. Lo cierto es que se ha constatado la existencia de más ejemplares de esta raza en la cordillera andina de Bolivia, aunque ni siquiera allí son demasiado conocidos.
La teoría que parece tener mayor peso es aquella que sitúa a este tigre andino como descendiente del pachón navarro, un perro muy valorado por sus increíbles dotes para la caza. Los conquistadores españoles habrían llevado a Sudamérica a algunos de estos perros en las campañas militares que desarrollaron hace siglos.
Bella, Xingu y el resto de ejemplares que pueblan esas tierras serían descendientes de aquellos nobles perros españoles, habiendo heredado de ellos un rasgo físico que sigue resultando sorprendente.
Características y rasgos físicos
Evidentemente este perro, que no es popular para el gran público, nada tiene que ver con los felinos. Su aspecto es ciertamente extraño. Si te fijas en la nariz de tu perro, observarás que tiene un pequeño surco entre las dos fosas nasales, pero en el caso del tigre andino de doble nariz se observa una clarísima división entre los dos orificios nasales, al punto que parece tener dos narices, contando “cada una” con la posibilidad de moverse independientemente.
Si bien es cierto que tras el descubrimiento de esta raza el ejército boliviano acudió para tomar muestras de ADN de la misma como signo de interés en estos canes, con el fin de emplearlos para el olfateo de minas terrestres que se hallen sin explotar y para ayudar en la detección de drogas ilegales, no es seguro que estos perros tengan una superioridad olfativa si se los compara con otros sabuesos cuya nariz sea “simple”.
Es innegable que puede ser un excelente perro para la caza, como lo es su posible ancestro, el pachón navarro o perdiguero navarro, que recibe igualmente el nombre de viejo pointer español, una raza que se diera por prácticamente extinguida en los años 50 del siglo pasado debido a una enfermedad vírica y que se ha logrado recuperar gracias al esfuerzo de muchos entusiastas de la misma tras la que se conoció como “Recuperación Pachón”.
Este fenomenal animal se vio en su momento también sometido a la polémica de si su doble nariz le hacía un olfateador superior, lo que no ha podido ser demostrado de ningún modo. Su nariz partida o bifurcada es un rasgo más que, por otra parte, como sucede en el caso del tigre andino de nariz doble, no es heredado por todos los cachorros.
Sobre las razones de la división de la nariz del pachón navarro hay numerosos estudios que pueden servir de base también para el resto de razas que presentan este inusual rasgo. Una partición que derivaría de una deformación congénita que ha de tenerse presente por parte de los criadores, pues muchos de los cachorros que nacen con ella no tienen unas expectativas de vida reales sin ayuda externa. De hecho, algunos de estos pequeños nacen con el paladar hendido, lo que se traduce en una fisura que se halla en la bóveda superior de la boca y que no los hace aptos para seguir viviendo, por lo que por desgracia han de ser sacrificados.
Otros de estos cachorros, sin embargo, son capaces de salir adelante, pero sufren de una fuerte incapacidad para succionar, pues les entra aire por la nariz. Estos indefensos canes pueden intentar estar mamando durante horas sin conseguirlo, lo que hace que deban ser alimentados de un modo artificial para evitar su muerte por inanición.
Una vez superada esta crítica etapa, estos animales se convierten en adultos sin mayores inconvenientes físicos que los que derivan de una nariz marcada y con una ranura tan pronunciada que hace que en ella se introduzca paja y otros restos de suciedad cuando rastrean por hierba espesa.
Dicho esto, conviene hacer hincapié en el dato de que, si observamos las fotografías de una y otra raza, podemos ver que la nariz partida es bastante menos visible en el perdiguero navarro que en esta raza andina.
Respecto al tamaño del tigre andino de dos narices, decir que se trata de un ágil perro mediano, cuyo peso ronda entre los 20 y los 25 kilos. En cuanto a su altura, estaría en torno a los 40 centímetros.
Temperamento
Poco sabemos del temperamento del tigre andino de doble nariz, si bien aquellos que tuvieron la oportunidad de tratar con Xingu lo definieron como “un pequeño sujeto bastante agresivo”, lo que es muy probable que responda al nulo proceso de socialización al que se habría visto sometido este perro.
A ello habría que añadirle el nada positivo dato que hicieron notar los exploradores respecto a que otros perros ladraban a su paso, dado que percibían la diferencia de la que este can es objeto. Lejos de atemorizarse, este perro se hacía con el control de la situación, poniendo orden pese a ser el más pequeño de su entorno.
Esto nos hace pensar que estamos ante un animal que tiende a liderar la manada, por lo que necesitará, al convivir con humanos, un dueño firme e inflexible que le indique que corresponde a él poner las normas y a su fiel amigo canino cumplirlas.
Desde tiempo inmemorial el hombre y el perro han constituido un formidable binomio a la hora de conseguir alimento. El tigre andino de dos cabezas pertenecería al grupo de perro cazador sabueso o perro de rastreo gracias a su extraordinaria cualidad olfativa.
Si algo está demostrado respecto a este gran desconocido del mundo canino, es que esta raza andina es muy inteligente. Su instinto de caza hace que sea un can valorado por los amantes de este deporte.
Aunque este animal, con la adecuada educación pueda llegar a ser sociable, no está acostumbrado a ser un perro de compañía, ya que estos canes han venido empleándose para el trabajo.
Este tipo de cazadores natos necesitan mantenerse ocupados, por lo que no nos es difícil deducir que no tendría ningún sentido pretender que un tigre andino de doble nariz se convirtiera en un perrito faldero que se echara a los pies de una abuelita mientras ella teje.
Los tigres andinos de dos narices no son los más indicados para la vida en familia, lo que no quiere decir que bien educados no puedan llegar a vivir en un hogar, pero partiendo de la base que lo suyo es la caza y la vida al aire libre es la que conocen y quieren mantener.
Un cazador que tenga experiencia en la crianza de perros podrá ganarse a un sabueso siempre que intente estrechar vínculos con él. Sin ir más lejos, de idílica puede calificarse la relación que mantiene el pachón navarro con su dueño.
El que estos perros hagan gala de un fuerte carácter no está reñido en absoluto con que en realidad sean animales dóciles cuyo finísimo olfato les capacita para seguir olores en el suelo y en el aire, llegando a dominar perfectamente las labores de caza. Lo normal es que estos animales sean unos trabajadores abnegados que sobresalgan por su resistencia.
Relación con otras mascotas
Nada hace pensar que un tigre andino de dos narices que haya sido convenientemente socializado no pueda convivir con otras mascotas, siempre que su dueño haya logrado que todas ellas sepan dónde están los límites que no deben transgredirse para que las demás no vean invadido su espacio.
Relación con los niños
Lo normal es que una familia que aspire a integrar en su hogar a uno de estos perros encuentre que el animal es, cuando menos, tolerante con los niños. El hecho de que después puedan interactuar tiene más que ver con el modo en el que animal haya sido socializado, la forma en la que el niño le trate y, también, como no podía ser de otra manera, el nivel de tolerancia y paciencia que cada ejemplar desarrolle hacia los más pequeños de la casa.
Cuidados básicos
No existe ninguna raza de perro que esté exenta de tener que recibir una serie de cuidados por parte de sus dueños, para conseguir así que cumpla todos los años que sea posible, gozando de la mejor calidad de vida que los humanos le puedan proporcionar.
Antes de tomar definitivamente la decisión de adoptar un perro, ya sea de trabajo o de compañía, debes valorar la responsabilidad que dicha decisión lleva consigo. Hacerte cargo de un animal supone proporcionarle las mejores condiciones que estén en tu mano durante toda su existencia, no abandonándolo jamás a su suerte.
Alimentación
Cuando un cachorro llega a casa, lo primero que has de plantearte es el tipo de alimentación que debe recibir desde el primer momento. Los pequeños ejemplares de algunas razas tienden a descalcificarse, por lo que lo ideal es preguntar al veterinario si es el caso del tuyo, con el objetivo de alimentarle de una forma aún más completa que no limite su crecimiento.
Cualquier raza canina, y el tigre andino de doble nariz no constituye una excepción, ha de seguir una dieta equilibrada que consista en un pienso seco de calidad. Por mucho que pienses que a tu perro le haría feliz, no caigas en la tentación de compartir con él tu comida, pues con ello solo estarías fomentando problemas a nivel intestinal en su organismo.
Recuerda que tus necesidades nutricionales y las suyas son completamente distintas y elige para él un pienso en el que abunden las vitaminas y las minerales. Nunca debe faltarle tampoco agua fresca que pondrás a su alcance en un cuenco. En los perros que tienen una elevada necesidad de actividad física, como es el caso del que nos ocupa, esto es particularmente importante.
Higiene
No pienses que son solo los perritos que viven acomodados entre el salón y la cocina de los apartamentos los que deben estar especialmente limpios. Cualquier animal, viva en un entorno rústico o urbano, se dedique a permanecer contigo todo el día en casa o te acompañe a ir de caza o a realizar labores de pastoreo, merece vivir en unas condiciones dignas que incluyan un aceptable aseo.
Higiene dental
Revisar la higiene bucodental de tu mascota es la mejor manera de asegurarte de que su estado de salud es bueno. Una insuficiente higiene dental acarrea como resultado enfermedades que pueden ser graves de índole cardíaca, hepática y renal, según han demostrado diversos estudios.
Nada mejor para evitar estas patologías que acostumbrar a tu cachorro desde los primeros meses de vida a un completo cepillado dental, para el que podrás ayudarte de productos caninos específicos, que ayuden a prevenir el depósito de sarro en sus pequeñas dentaduras.
Con esta medida, que seguramente no sea del agrado de tu canino amigo, no solo estarás garantizando que no padezca la temida enfermedad periodontal, que puede llevarle a la pérdida de piezas dentales entre otros problemas, sino que tampoco va a sufrir la incómoda halitosis o mal aliento, pues no gusta que la respiración del can suponga un calvario para el resto de la familia.
Baño y secado
El baño en tu peludo amigo poco va a tener que ver con el de los humanos. Esta no es una actividad que en el caso de los canes haya que repetir con frecuencia. Los perros de caza habitualmente vuelven hechos un auténtico desastre tras una tediosa jornada en el monte, pero aun así no debes bañarlos más de una vez al mes a menos que sea estrictamente necesario.
Utiliza un champú adecuado para perros cuyo pH sea similar al suyo, es decir pH7 y agua tibia. Aclara bien, procurando no dejar restos de producto entre su pelaje. Una vez fuera, retira todo el sobrante de agua que puedas con una toalla y salvo que luzca un radiante sol, no le dejes salir al exterior mientras aún esté mojado.
Cepillado
Si bien hay razas cuyo pelaje, por su largura y tendencia a enmarañarse requieren unos cuidados meticulosos, al resto le serán suficientes con un par de buenos cepillados a la semana que hagan que haga que su pelo brille y quede libre de cualquier vestigio de suciedad.
En el caso de los perros de caza, procura cepillarles a la vuelta de cada una de sus incursiones, a fin de observar si algún parásito ha anidado en su pelaje, al que consideran el caldo de cultivo perfecto en el que vivir y desarrollarse. De ser así, procede a retirarlo con cuidado y presta atención en los siguientes días por si hubiese quedado alguno rezagado que pretenda “hacer de las suyas” en tu fiel amigo.
Vacunas y tratamientos antiparasitarios
Perros de todas las razas han de someterse al calendario de vacunaciones que el veterinario establezca para ellos y que supone un sencillo modo de hacer frente a determinadas enfermedades infecciosas.
Estimula su sistema defensivo o inmunitario mediante la introducción de la correspondiente dosis de vacuna en su organismo y prepara su sistema inmunitario para prevenir la infección o reducir la gravedad de la concreta enfermedad.
En lo relativo a los perros de caza y los que pasan mucho tiempo al aire libre, nada mejor que colocarles las pipetas y collares antiparasitarios que sirven para mantener a raya a pulgas, garrapatas y gusanos intestinales. Unos parásitos que en principio pueden resultar inofensivos pese a ser muy incómodos para el animal, pero que a la postre resultan bastante peligrosos para su salud si no se pone freno a su proliferación.
Enfermedades más comunes
La salud de este tipo de razas caninas que no han estado sujetas a ningún tipo de manipulación genética ni han sido tampoco objeto de cruces, suele ser calificada como “de hierro”, lo que no es óbice para que tengan, como cualquier otra, una cierta predisposición genética a sufrir una serie de enfermedades, por lo que lo mejor será que consultes con un veterinario cuál es la sintomatología propia que suelen presentar los tigres andinos de dos narices para poder detectarlas precozmente.
Adiestramiento
Si hay una “fórmula mágica” para adiestrar a un perro esa es la del refuerzo positivo. Aunque hay perros más y menos tolerantes a las voces o al castigo, hasta el que cuente con el carácter más fuerte responde mejor cuando no está sometido a presión, sino que se ve reforzado positivamente.
Los perros inteligentes, como el sabueso andino, no suelen ser difíciles de adiestrar, siempre que cuenten con un propietario con un mínimo de experiencia que entienda un poco sobre psicología canina.
Opta por socializar a tu tigre andino de dos narices desde el primer día, lo que pasa por familiarizarle con el espacio que le rodea. Esto incluye otros animales así como personas y objetos. Hasta el perro más tímido mejorará mucho su comportamiento si está acostumbrado desde cachorro a jugar, dejarse acariciar o medir sus límites con cuanto le es cercano, haciendo que deje el miedo y las reservas a un lado y dándole confianza en sí mismo.